Cocina creativa (por Manuel García Mata)
Existe en nuestra clase política el pánico a perder el gobierno, pues, al menos hasta la fecha, basta que eso ocurra para que las intenciones de voto varíen sensiblemente. No habrá que irse muy lejos para observar que una vez que el PSOE consiguiera los apoyos para la Moción de Censura, las encuestas, ratificadas posteriormente en las citas electorales, le hayan otorgado una escalada ascendente. Pueden buscar más ejemplos en nuestra reciente historia que los tiene en abundancia. Posteriormente, solo haciendo la cosas muy mal, indudablemente si va acompañado de sentencias condenatorias con mayor motivo, se invertirá la tendencia.
La llegada al gobierno de una coalición hace más difícil todavía recuperar el mando a quienes lo perdieron, sobre todo si añadimos al guiso otras circunstancias que afectan, como es en este caso el ascenso vertiginoso de otro grupo por el extremo de la derecha.
Por una u otra razón, aunque los partidos de la derecha representan una parte muy sustancial del electorado español, si van cada uno por su cuenta, tienen muy difícil revertir la situación en breve. La incidencia de la ley electoral no facilita la cocción.
Partiendo de esta premisa lo lógico es ofrecer una alternativa que aglutine al menos los dos ingredientes principales, los dos partidos que hasta hace poco monopolizaban el flanco derecho del fogón. Resulta comprensible que la ya conocida idea del plato “España Suma”, adecuando el nombre a la circunscripción por la que se presenta, sea una buena alternativa para mejorar la oferta: el caso de Navarra les da la razón.
Pero es la lógica y no siempre los resultados lo son. Si la salud de los dos partidos candidatos potenciales a hermanarse, Partido Popular y Ciudadanos, fuera buena, todo haría suponer que se iba por buen camino.
El problema reside en que si el PP está algo desmejorado por la hemorragia hacia VOX de buena parte de sus comensales, C´s, si no hay milagro que lo remedie, sufre una incesante pérdida de vitaminas en forma de apoyos que le abocan a la insignificancia. A pesar de todo la fórmula de la coalición es la mejor receta para mejorar los males de ambos.
Como de costumbre, el relato, término tan en boga hoy en día en la política patria, se presenta como un importante hándicap. Si el PP, casi irrelevante en Catalunya y Euskadi, atrae lo que aporte C´s, sin esperar logros maravillosos, seguro que mejora la cara, que es de lo que se trata. En cambio, C´s, que en Euskadi son menos que el PP, creen que su difícil recuperación pasa por salvar parte de los muebles en Catalunya, donde la unión les iría de perlas. Hasta aquí, nada que objetar; pero el problema viene después, ¿cómo vende Arrimadas ante su militancia que, si se le supone que será la próxima lideresa de los naranjas, pero que aún no lo es, acordar en estas dos comunidades, tragándose el sapo de Galicia, donde Feijóo ya ha dicho que coaliciones con C´s nada de nada?
No sé si la urgencia o la necesidad facilitará suavizar tan agudas aristas, pero para eso Ciudadanos se arriesga a diluirse en el PP si no es capaz de conseguir unos buenas condiciones en la negociación.
Complicado tienen que les salga un buen guiso.
Manuel García Mata

































Tezanos | Martes, 11 de Febrero de 2020 a las 13:47:34 horas
No sé de donde saca el Sr. García eso de: "...las encuestas, ratificadas posteriormente en las citas electorales, le hayan otorgado una escalada ascendente"
PSOE - 28 abril 2019 - 7.480.755
PSOE - 10 noviembre 2019 - 6.752.983
Podemos - 28 abril 2019 - 3.732.929
Podemos - 10 noviembre 2019 - 3.097.185
Por contra:
PP - 28 abril 2019 - 4.356.023
PP - 10 noviembre 2019 - 5.019.869
VOX - 28 abril 2019 - 2.677.173
VOX - 10 noviembre 2019 - 3.640.063
Es decir, la izquierda perdió un millón trescientos mil votos (y eso que mandaban) y la derecha ganó un millón seiscientos mil votos.
Si no llega a ser por el descalabro de Ciudadanos la izquierda social comunista se habría hundido en la miseria.
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