Las condiciones meteorológicas han acompañado en el último día de la Semana Santa roteña permitiendo que el Domingo de Resurrección concluyera con normalidad y la imagen de Nuestro Padre Jesús Resucitado saliera a la calle. Temprano, a las diez y media de la mañana, la Hermandad del Santísimo Sacramento de la Eucaristía, Gloriosa Resurrección de Nuestro Señor Jesucristo en su Divina Misericordia, Santísimo Cristo del Amor, Nuestra Señora de la Esperanza del Calvario, Madre de la Divina Gracia y Santa Gema de Galgani, iniciaba su recorrido por las calles de la localidad anunciando la alegría propia de una jornada en la que los cofrades conmemoran la resurrección de Jesús, hecho que no solo da sentido a la Semana Santa sino a su religión. 

Desde la parroquia de Nuestra Señora del Carmen partía El Resucitado que procesionó por primera vez en el año 2000 permitiendo que la Semana Mayor de la Villa no quedara truncada en Viernes Santo con la salida del Santo Entierro. Desde entonces, esta salida procesional llena el Domingo de Resurrección en el que destaca la participación de niños que forman parte del cortejo y que durante todo el recorrido van agitando pequeñas campanillas en señal de júbilo y alegría. Acompañado por una representación de todas las hermandades de Penitencia y Gloria de Rota, El Resucitado ha recorrido las calles más céntricas de la localidad hasta llegar de nuevo a la parroquia de Nuestra Señora del Carmen, ubicada en plena barriada de El Molino; un barrio que ha visto nacer a esta joven hermandad y que cada año la arropa en sus dos salidas durante la Seman Santa.

Como es habitual, Jesús Resucitado ha sido portado por la cuadrilla de costaleros y costaleras que durante la noche del Lunes Santo cargan al Cristo del Amor y la Esperanza del Calvario, respectivamente. Durante las cuatro horas de recorrido, ambas cuadrillas se han ido turnando para llevar la alegría de la resurrección por todos los rincones de la villa. Sobre sus hombros, la imagen de un resucitado en actitud caminante, obra de Luis Álvarez Duarte, que pisaba un manto de claveles rosas. Una estampa que queda en la retina de los fieles que ya ponen sus ojos en la celebración de una nueva semana de Pasión, Muerte y Resurrección.

Concluye así una Semana Santa que se ha visto deslucida por el mal tiempo que se convertía en protagonista, sobre todo, en las jornadas del Jueves y Viernes Santo obligando a varias hermandades a quedarse en capilla. Ahora, con la recogida de Jesús Resucitado, toca la vuelta a la normalidad mientras los cofrades saborean la semana de recogimiento y fe que han vivido.