Ya van más de diez días que las personas que integran la columna Sur de los pensionistas partieron de Rota, con las mochilas repletas de valor, de generosidad y de sacrificio. Ese sábado 21 se iniciaba una marcha que representa por encima de todo el coraje y la valentía de cada una de ellas, de las personas que la forman, y que llevan consigo el espíritu reivindicativo y solidario del colectivo que integramos quienes estamos dispuestas a luchar, cueste lo que cueste, por uno de los derechos más sagrados del ser humano, poder transitar el resto de la vida con dignidad, disfrutando de la merecida jubilación, después de haber dado todo lo que se nos pidió y más, en los años que nos correspondió cumplir como gente trabajadora.

Quizá no debería ser el colectivo de la gente mayor quienes tuviéramos que defender esta evidencia, pero, como decía el refrán, el demonio sabe más por viejo que por diablo y hemos comprobado que si dejamos el asunto en manos de la clase gobernante, sean del color que sean, tardan poco en congelar nuestras pensiones, cuando es época de vacas flacas, y se olvidan de reparar el daño cuando estas engordan. Pero es incluso peor, pues si les dejamos a su aire, enseguida buscan asesoramiento entre las más perversas mentes de economistas, servidores del poder, que pronto organizan un nuevo método de cálculo mediante el cual las pensiones disminuyen con más velocidad que se deshace un cubito de hielo a pleno sol; por ejemplo: La trampa del factor de sostenibilidad .

Dar más detalles, no solo de la pensión, sino también de cuantas injusticias queremos solucionar, brecha de género, pensiones de viudedad, copago farmacéutico, etc, etc, harían el texto interminable; además, quienes tengan un mínimo de respeto a nuestra lucha lo han de conocer de memoria.

Mas volvamos al protagonismo de las reivindicaciones, aclaremos que las condiciones actuales, que con nuestra lucha es muy posible que podamos mantener si perseveramos en el esfuerzo, peligran mucho más en el futuro. En ese futuro “imperfecto”, incierto y no muy lejano, quienes tienen la sartén por el mango, quienes mueven los hilos con los que nos manejan como a títeres, tienen claro que no van a permitir que se mantenga el actual sistema. Que se sepa que entre gentes de quienes van a estar ahí, incluso de quienes ya están, aceptan como ovejas esas falacias como inevitables. ¿Hay mayor razón para quienes antes o después se van a encontrar con una situación tan trágica no se estén implicando ya en evitarla? ¿Acaso no está sirviendo para nada el ejemplo que estamos dando la gente mayor? En esta vida que nos ofrece la democracia burguesa, solo tendrás lo que estés dispuesto a conseguir luchando frente a quien te lo quita. Y estas nuevas generaciones, imbuidas en el falso discurso del indvidualismo de influencia neo-liberal, comprueban que cada vez viven peor, mucho peor que hasta ahora.

Retomemos el camino, volvamos al origen, vamos a dejar la sensibilización para que salga de cada una y de cada uno y que cargue con sus propias responsabilidades. Después de más de diez días la columna de Rota va creciendo con la marcha; tinerfeña, granadino, malagueño, gaditanos, sevillanos, cordobeses,… se han sumado a la iniciativa del grupo roteño. Duro, muy duro, está resultando el camino, pero emocionante, humano, solidario, cariñoso, afectivo, está siendo el recibimiento que las pensionistas y los pensionistas, y otras personas comprometidas, sensibilizadas, ofrecen a la gloriosa columna del Sur, la nuestra, la de Rota, ¡que nadie se moleste! Saben ellos y sabemos nosotros, que el camino seguirá ofreciendo dificultades, pero que todo el mundo de bien, la gente de nuestro pueblo, la de toda Andalucía y la de toda España, confiamos ciégamente en que las van a ir superando: la causa se lo merece.

Pues, y que no lo olviden quienes dicen que en Rota no se mueve nadie, desde aquí, gracias al esfuerzo generoso de un grupo de miembros de la Plataforma Roteña en Defensa de las Pensiones Públicas, han nacido las marchas, a las que para orgullo nuestro se ha unido también la columna Norte, desde Bilbao, el mayor ejemplo de lucha pensionista en toda la península; en todo esto Rota ha sido la primera, la promotora.

Compañeros, compañeras: A ustedes que os estáis dejando la piel en las carreteras y en los caminos que os llevan a Madrid, cuidarse, como hablamos aquí, que somos andaluces y se nos llena el cuerpo de orgullo, porque toda España tiene que haceros sentir la alegría y la satisfacción de que en este país se ha de reconocer vuestro esfuerzo de gente grande, muy grande, y sobre todo, buena gente, que es lo más que se puede ser en esta tierra.

Que la fuerza que todo el ser humano de buena “voluntá” os acompañe, que nos lleváis con ustedes, porque nosotros os llevamos en nuestros corazones, en nuestras mentes y en nuestras conciencias, y lo dicho, por todas “Sí, sí, sí. Nos vemos en Madrid”

Caminante no hay camino se hace camino al andar.

Manuel García Mata