La indignidad como bandera (por Manuel García Mata)
Agosto se consume atropelladamente con el final de las vacaciones de la mayor parte del país que se reconduce con inevitabilidad en la reconstrucción de los hábitos perdidos; al menos quienes tienen la suerte de gozar de un trabajo, que por mucho cacareo que se presuma sigue siendo rara avis en este mundo insolidario del neoliberalismo reinante. Si los típicos meses de descanso laboral, agosto en especial, no son proclives a producir noticias, este de 2019 está resultando lamentablemente noticioso en extremo. Los graves problemas que nos aquejan siguen en plena efervescencia: catástrofes naturales, provocadas por el desastre climático que nos hemos creado; el más que preocupante crecimiento del terrorismo machista asesino, que acumula víctimas casi a diario; el auge del más rancio y radical conservadurismo, hermanado en nuestra patria con el fascismo institucionalizado o las emergencias humanitarias de quienes hacen cuanto pueden por escapar de sus infiernos, son ejemplos demostrativos de la triste actualidad del mes de verano por excelencia.
Expuestos así los hechos quedan diluidos en el cínico hábito de considerar normales tales desgracias vergonzantes, por ser moneda de uso en el quehacer cotidiano; pero estas no son generalidades ya que en todos los casos existe la responsabilidad de quienes las provocan. Eligiendo el tema de la emigración como el más sangrante observamos esta responsabilidad en el desprecio, en la sinrazón y en el egoísmo, de ver cómo muere gente en los mares cuando se anteponen intereses mezquinos frente a tamaños sufrimientos; pero aquí si podemos personalizar.
Por citar a los más actuales, desde la infame actitud de Matteo Salvini, lider del nacional-populista partido italiano de la Liga Norte, que antepone su ideología xenófoba y su poder como ministro del Interior a la vida de las personas, y por supuesto a ese tanto por ciento (40%) de gente de su país que parece dispuesta a escucharle y darle su apoyo; la indolencia cómplice de la Unión Europea, incapaz de actuar contra la política del presunto futuro primer ministro italiano, si Sergio Matarella, presidente de la nación, y el resto de los partidos no lo remedian. Mientras la señora Vicepresidenta del gobierno en funciones, Carmen Calvo sale diciendo que el Open Arms no tiene permiso para rescatar inmigrantes, como si para salvar una vida hubiera que pedir licencia, ¡eso el partido socialista! Y cómo no, el trío de Colón rescata argumentos tan inmorales como lo del efecto llamada, que el señor Casado no tiene pudor en emplear; VOX denuncia al Open Arms por favorecer la inmigración ilegal y le acusa de colaborar con las mafias de la emigración, plena desvergüenza que no casa en absoluto con ese catolicismo militante del que tanto presumen.
Para remate de la ignominia, Marcos de Quinto, el individuo que encabezó la represión en la fabrica de Fuenlabrada de Coca-Cola, niño mimado de la multinacional más agresiva, el que se convirtió en el diputado más rico por obra y gracia de los bandazos de Ciudadanos, aquel partido que venía a regenerar la política y a ofrecer una nueva vía moderna y democrática, a la vieja derecha de cuna franquista y que ya se ve cuan bajo ha caído, muestra su ínfima calidad humana insultando a los migrantes rescatados por el Open Arms de la fosa común en la que se ha convertido el Mediterráneo, dedicando improperios vergonzantes a quienes le reprochan su xenofobia y su inhumanidad.
No se puede caer más bajo, seguro que habrá quien se lo premie.
Manolo A.

































Rebelderota | Viernes, 30 de Agosto de 2019 a las 17:41:14 horas
Para despejar dudas , hay un vídeo por internet que se ve la relación del open arms con un impresentable que se dedica al tráfico de humanos . No deja duda que algo turbio hay cuando el traficante le dice de donde salen los barcos . También para aquellos que dicen que no se subvenciona a inmigrantes ilegales hay otro vídeo tomado por un jubilado en alicante , donde una asistente social paga tres carros llenos de comida a estos inmigrantes en un supermercado . Quien quiera que busque estos vídeos y se dará cuenta . Luego dirá que no les pagamos nada los españoles . Deberían paga r todo esto partidos como Izquierda Unida o Podemos de sus subvenciones
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