En esta sección se ofrecerán fragmentos del libro escrito por el roteño Prudente Arjona, titulado "Historias populares de la villa de Rota", que como su propio nombre indica, refleja buena parte de la historia local.  Aunque el libro está a la venta en papelerías del municipio, el afán del autor nunca fue lucrarse con ello, por eso, permite a Rotaaldia.com compartir algunos de sus capítulos para que el gran público tenga conocimientos de una parte pasada de la villa.

Os dejamos con el capítulo.

Una vez concluido nuestro recorrido por la calle Pedro la O, pasamos a hablar de la calle Puyana, que se encuentra también dentro del viejo recinto amurallado de Rota y constituye casi el centro de la antigua Villa. Esta calle nace en la de la Constitución, y formando ángulo recto llega hasta la calle de Fermín Salvochea atravesando la de San Clemente. Su trazado es de clásico tipo moruno, bastante estrecha, y por haber estado a través del tiempo muy poco iluminada el poeta y veraneante don Fernando de los Ríos decía en sus versos:

Negros cual boca de lobo / los callejones roteños,

con dentadura de sombras / un susto le dan al miedo.

En un principio, ya que es una de las calles más antiguas de Rota, recibió el nombre de Doblada y posteriormente el de callejón del Burro. A finales del siglo XVI la Junta de Regidores, previa aprobación del duque de Arcos, señor de la Villa, le puso el nombre de Puyana, como homenaje póstumo al licenciado don Bartolomé Puyana Granados, presbítero, capellán benemérito del hospital de la Misericordia, que había destacado por sus múltiples obras de caridad con los enfermos desvalidos, de cuya rotulación perdura aún el primitivo azulejo en algunas de sus fachadas.

En l936 se le cambió por el de Ruiz de Alda, capitán de artillería que acompañó a Ramón Franco, Durán y al mecánico Rada, en el histórico viaje trasatlántico Palos-Buenos Aires.

En 1982 volvió a recuperar su viejo nombre de Puyana, si bien es cierto que en la práctica no se había perdido, puesto que todos los vecinos habían seguido conociéndola con la misma denominación.

Una casa destacada de esta calle fue la señalada hoy con el número 18, que fue a principios del siglo XVII, una especie de residencia para algunos de los muchos sacerdotes que prestaban sus servicios en la Parroquia de Nuestra Señora de la O, conocida por Casa de Jesús, nombre que aún mantiene a pesar de que haya sido demolida y reedificada con el mismo aspecto exterior, obra de la Fundación Alcalde Zoilo Ruiz-Mateos. Con todo respeto, pienso que en este caso hubiese sido mejor que se hubiese respetado la fachada.

Otra casa mucho más pequeña, pero que se caracteriza por su singular trazado interior, es la señalada hoy con el núm 12. Fue residencia de don Patricio de Sánchez Covisa y Armesto, administrador del X Duque de Arcos, don Francisco Ponce de León y Espínola de la Cerda, encargado de suministrar víveres y otros menesteres cuando el duque pasaba temporadas en el Castillo.

Asimismo, en la casa núm 5 se instaló en 1949 la primera escuela oficial de párvulos que hubo en Rota. En la número 4 vivió a mediados del siglo XIX Fernando Villalustre Manzanero, marinero y pescador, que siendo concejal en 1847 propuso en un pleno municipal que se colocase una calabaza sobre el castillo que figura en el escudo de la Villa como producto típico de la tierra, ya que Rota era conocida en la época como el pueblo de las calabazas. La propuesta quedó sobre la mesa para su estudio…, y ahí sigue.