Año de 1977, con Franco muerto, Adolfo Suárez como presidente del Gobierno en plena transición política, legaliza al Partido Socialista Obrero Español, ilegalizado durante la Dictadura por los crímenes y el saqueo del oro del Banco de España cometido durante la II República y durante la Guerra Civil española, respectivamente.

No fue fácil, Adolfo Suárez medió todo lo posible para que las elecciones, las primeras democráticas tras la Dictadura, fueran un éxito, y para eso necesitaba que el PSOE concurriera a dichas elecciones. Pero Felipe González, líder entonces del Partido Socialista, le puso una serie de condiciones a Suárez para que su partido fuese legalizado, y entre esas condiciones estaba el legalizar al partido político que había sido uno de los causantes de la Guerra Civil española, el Partido Comunista.

Adolfo Suárez, profundo demócrata y espíritu de la Transición española, accedió, y fue él personalmente quien se reunión con Santiago Carrillo y llegaron a un acuerdo para legalizar al Partido Comunista de España; en ese acuerdo se recogía, entre otras muchas cosas, el reconocimiento por parte de sus líderes y del partido, de la bandera española, la "rojigualda", y el reconocimiento a la Casa Real y a Su Majestad El Rey.

Lo que Adolfo Suárez, y creo que nadie de por aquel entonces esperaba, es que en las primeras elecciones municipales de la democracia, y que ya concurrían tanto el PSOE como el PCE de forma legal, en todos los ayuntamientos que la izquierda sumara para gobernar, le arrebatarían la alcaldía a los partidos ganadores y así llegarían al poder. Es lo que hoy en día, Manuela Carmena llamaría un "Gobierno de perdedores".

Pues sí, desde la democracia la izquierda política ha usado siempre esa fórmula electoral legal de que, si la derecha no obtiene mayoría absoluta, los partidos de izquierda sumarían para gobernar. Y eso lo llevan haciendo desde 1978 hasta nuestros días. El último caso, el del presidente Sánchez, que a pesar de perder elecciones, llegó al poder con el apoyo de la extrema izquierda, de los nacionalistas y de los amigos de los etarras.

Ahora resulta que, tras más de 40 años de democracia, es la derecha la que usa esa fórmula y en aquellos lugares donde la derecha suma (si Ciudadanos deja de hacer el tonto como siempre) se unen para gobernar. Pues ahora la izquierda se queja, ahora la izquierda llena titulares de prensa diciendo que los perdedores gobernarán y que el sistema hay que cambiarlo. ¿Ahora?.

Yo pensaba que la falta de memoria de la izquierda era sólo cuando se hablaba de la Guerra Civil, pero ya veo que no. Pues ahí va un poco de jarabe democrático señores. Municipales de Madrid 2015, gana el PP, el PSOE apoya y le da la alcaldía a Podemos. Alcaldía de Cádiz, también 2015, gana el PP y el PSOE le regala la Alcaldía a Podemos. Oviedo, 2015 también, gana el PP pero Podemos le regala la Alcaldía al PSOE. 2012, elecciones a la Junta de Andalucía, las gana por primera vez el PP pero el PSOE gobierna gracias a Izquierda Unida... y así un larguísimo etcétera durante estos 40 años de democracia.

¿Y es ahora cuando la izquierda dice que no se está respetando la voluntad popular? ¡¡Iros a hacer puñetas!!

Hugo Cañellas Ávila