Pasadas las ocho de la tarde, una representación de la Hermandad de Nuestra Señora del Rocío de Rota hacía su entrada en la localidad para encarar los últimos metros de un Rocío que se ha desarrollado según lo previsto y donde la junta de gobierno ha informado que no ha habido ningún incidente destacable.

Como todos los años, las inmediaciones de la rotonda de María Auxiliadora concentró a muchos ciudadanos que quisieron dar la bienvenida a casa a los rocieros que el pasado martes 4 de junio, partían hacia la aldea de almonte. Ayer, con caras cansadas pero contentos por los momentos vividos, los roteños que han disfrutado del camino de ida y vuelta terminaban su peregrinación para un reencuentro que, como es habitual, aunque es igual, es distinto cada año. Ver a la virgen del Rocío en su ermita, vivir momentos de fe en torno al Simpecado que la representa en el camino, momentos de convivencia y hermandad, de cante y de baile, son únicos para quienes viven esta romería en todo su esplendor.

Aunque con una comitiva reducida, que se organizó en la misma avenida de la Libertad, en torno a la treintena de rocieros, acompañaron a pie el último tramo hasta llegar a la parroquia de Nuestra Señora del Carmen donde se despidieron del que ha sido para todos, un buen Rocío 2019.  En su llegada a Rota, como es habitual, entregaron ramas de romero a quienes lo pidieron a pie de calle y ya en la parroquia, dieron gracias por todo lo vivido.

La junta de gobierno quiso agradecer a todos y cada uno de los rocieros su comportamiento y colaboración con la hermandad, en un Rocío en el que el tiempo ha acompañado  y donde, destacaba, se han vivido momentos de fe, de sentimientos y de mucha hermandad.

Atrás quedan las vivencias del camino. Hoy toca reponer algo de fuerzas y volver a la rutina diaria.