Salir de la rutina es algo que a todos gusta y por ello, desde la Asociación Okinawa Shorin Ryu, que se encarga de impartir las clases de kárate a los niños de la localidad, se decidió proponer un entrenamiento diferente a los que habitualmente realizan en el Dojo. Para ello, se trasladaron a la piscina municipal donde, previa autorización, pudieron disfrutar de una sesión muy divertida y entretenida donde los monitores no pierden de vista los objetivos que se marcan con sus alumnos.

Según la asociación, es importante mantener el entusiasmo de los niños en las clases y de ahí que se propusiera esta alternativa de clase de kárate donde los participantes entrenaron primero con  parte de la ropa de kárate sumergidos en el agua, para que  los movimientos y las katas costaran un poco más realizarlas y valoraran el esfuerzo, y luego, en ropa de baño para que comprobaran la diferencia. Además, la sesión se completó con juegos entre todos, lo que hizo de esta propuesta una buena experiencia que esperan repetir más adelante.

En cuanto a los profesores, este tipo de entrenamientos, al igual que la colaboración que piden para proyectos sociales, forma parte del propio aprendizaje que imparten desde la escuela de kárate donde  no solo se marcan objetivos a largo plazo, sino también de forma más lejana para que cuando ya sean adultos y profesores, tengan una base sólida con el compromiso social  y la organización de acciones sociales o tomar la iniciativa para organizar actividades diferentes en sus propias futuras escuelas de artes marciales.

La asociación Okinawa Shorin Ryu quiere agradecer a los padres de los alumnos su compromiso y colaboración en todas las actividades que se organizan y las que se harán en un futuro.