Dolor, lágrimas y mucha consternación se ha visto este mediodía en el cementerio municipal de Rota para dar el último adiós a Marcos Garrido Beltrán, el joven piloto roteño que ayer domingo, 24 de marzo, perdía la vida tras un accidente de motos durante una carrera regional SP 300 del Campeonato de Andalucía de Motociclismo en el Circuito de Jerez Ángel Nieto. 

Los roteños, aún consternados por la trágica noticia, entraron ayer en shock por la pérdida de este paisano que a muy corta edad, con solo 14 años,  se ha marchado practicando su mayor pasión. Era pronto para él, es la frase más repetida desde que se conociera la triste noticia que pronto empezó a correr como la pólvora por redes sociales, medios locales, regionales, provinciales, nacionales y específicos del mundo del deporte. Y es que la muerte de Marcos Garrido no ha pasado por alto, incluso dirigentes políticos como el propio presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, el líder del PP, Pablo Casado,  Albert Rivera de Ciudadanos, o el presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno , además de pilotos y deportistas, han sentido esta terrible pérdida, como han manifestado en sus redes sociales. 

Hoy, día de luto oficial en Rota, es un día triste y centenares de personas han querido acompañar a la familia de Marcos a darle su último adiós. Desde ayer por la tarde, cuando el cuerpo de este joven piloto llegó al camposanto roteño, el tanatorio fue un ir y venir de personas, amigos, representantes de clubes y entidades deportivas, profesores de este alumno del IES Arroyo Hondo, compañeros de clase, compañeros de afición al motociclismo y al fútbol, amigos de la familia, que además es muy conocida en la localidad, representantes políticos de Rota y de la vecina localidad de Jerez donde ocurrieron los hechos, así como muchos roteños, han pasado por el cementerio para decir adiós a un amigo y compañero. Antes, la comunidad educativa roteña ha guardado un minuto de silencio en su memoria.

A las 13.30 horas ha llegado el féretro con el cuerpo de Marcos, el silencio solo roto por comentarios de dolor y algún llanto, es lo que se ha podido escuchar en una mañana triste, muy triste para Rota. Amigos y familiares de este joven piloto que ha visto truncada su vida demasiado pronto, han portado el ataúd para llevarlo al interior de la capilla de la Santa Cruz en el propio cementerio municipal. Un grito de "¡Campeón!" ha roto el silencio seguido de un aplauso. Ya en el interior de la capilla, a rebosar de gente, entre los que se encontraban autoridades civiles y militares además de muchos roteños, se ha celebrado el responso para desear vida eterna a este joven roteño.

A las 13.45 horas, salía de la capilla de nuevo el féretro de Marcos Garrido, con una familia detrás destrozada por tan trágico suceso. El joven será incinerado  y sus restos descansarán en Rota para siempre. Las muestras de cariño y condolencias hacia su familia han sido una constante desde ayer.

La historia de un roteño que aspiraba a ser alguien en el mundo de las motos

Con mucho dolor, hoy se le ha dicho adiós a una promesa del motociclismo, que con solo 6 años, ya se proclamó campeón del Trofeo Andaluz Copa Sur ANPA, en la categoría Polini  6.2 Agua, la primera carrera en la que participo de forma oficial.

Esa fue su primera participación en una competición oficial de esta envergadura, hasta entonces solo había participado en las pruebas de acceso a la Cuna Bancaja en Valencia, en el circuito de Cheste, donde quedó 8º clasificado, prueba donde participaron todos los pilotos españoles de esta categoría. También participó en dos carreras a nivel provincial en Chiclana, donde quedó segundo.

Esta es la pequeña gran historia de un piloto de motos de 6 años que empezó a subirse en una moto eléctrica de tres ruedas cuando solo contaba con 2 años; con 3 ya pilotaba una moto china de gasolina, a la que su padre tuvo que acoplar unos ruedines porque aún no sabía ni montar en bici. Con 4 años su padre le llevó por primera vez al circuito de Chiclana y con 5 años le compró la primera y única Polini 6.2, moto que coge la friolera de velocidad punta cercana a los 100 km/h.  A partir de comprar la moto, se formó un club en Chiclana con el que empezó a dar los primeros pasos en este difícil mundo de las motos. Luego, en competiciones, ha ido destacando en varias carreras no sin dificultades, sobre todo económicas, que su padre solventaba buscando colaboración entre empresas locales, clubes roteños moteros y otras aportaciones. Sabían que Marcos quería ser piloto, que servía para ello, y lo ayudaron para conseguir su sueño, un sueño que, desgraciadamente, ayer quedó incompleto con un trágico final.

Rota, aún no despierta del shock. Marcos, descansa en paz.