Mujeres en Lucha (por Manuel García Mata)
De nuevo otro 8-M. Tras la explosión del 8-M de 2018 cabía la incertidumbre de que las movilizaciones feministas alcanzaran el éxito y la repercusión de la anterior edición. Había personas, entre las que me incluyo, a quienes nos aterrorizaba que el enorme tsnami del 2018 hubiese marcada un listón tan alto que no se pudiera volver a alcanzar. Con una inmensa satisfacción hemos comprobado que en este 2019 aún se han conseguido cotas más altas. Madrid, solo Madrid, reunía entre 350.000 y 375.000 personas, según las cifras de la policía municipal. Basándonos en la misma fuente este número multiplicaba por diez aproximadamente la gente concentrada en Colón por los partidos de la derecha nacionalista española, con autobuses pagados desde todos los rincones de España. Las comparaciones son odiosas, pero muy gráficas.
Aunque, sin restarle un mínimo de importancia a la numerosa participación, lo que realmente emociona es ver tanta ilusión, tanta alegría, tanto, esfuerzo, tanta esperanza. Sería repetir el guión del año pasado pero resulta muy alentador ver tantas mujeres, de todas las edades en la calle por la igualdad, por superar los techos de cristal, por ir ganando lo que la ley obliga a base de bocados de realidad, defendiendo el derecho a que todas las personas debemos ser consideradas iguales, sin ningún tipo de discriminación por sexo, raza, religión, clase social, orientación sexual, etc. Esto es ley de cualquier estado, organismo o institución que se considere democrática: no hemos inventado nada.
Lo que sí se inventan son las trabas, los obstáculos, los impedimentos que una parte reaccionaria de esta sociedad nuestra procura argüir para evitar que se cumpla. Pero en el pecado han de llevar la penitencia. El éxito de las movilizaciones les va arrinconando y ya no saben dónde esconderse. El último reducto que les ha surgido a cuanto retrógrado se empeña en imponer a contracorriente las ideas de la vieja escuela patriarcal es el partido ese que encumbró Andalucía para nuestra vergüenza. En esta caverna, por miedo a la defección de cuanto machista militante sigue aún existiendo en nuestro país, el partido popular no sabe como modular el discurso para contentar a tirios y troyanos, si bien se inclina peligrosamente a postulados de lo más ultramontano.
Más esos son sus problemas. Las mujeres, con cada vez mayor apoyo de los hombres, han dicho basta y están liderando con los pensionistas las nuevas formas de lucha más esperanzadas que vive nuestro país. Esta es la senda que lleva a la igualdad, a terminar con el machismo, con los incontables ejemplos de discriminación, con la violencia de género y con la violencia machista, con la indefensión, con la injusticia, en resumen, con el pasado que ya debería haber quedado en el mal recuerdo.
No olvidemos que el machismo es uno de los más graves problemas que sufre nuestra sociedad, y que el feminismo es la solución. ¡En igualdad, ni un paso atrás!
Manuel García Mata

































Lico | Lunes, 01 de Abril de 2019 a las 09:57:42 horas
Maestro, esconderte no sé si lo harás pero nervioso sí que estás, tómate un lexatin. La escoria son los tuyos, esos de extrema izquierda que de manera "democrática" agrenden, insultan, apedrean a los que no piensan como ellos. Los tuyos han ido a Madrid a manifestarse, sin problemas, ningún altercado pero cuando otros se manifiestan en lo que ellos consideran su territorio entonces "arde Troya". !Vaya demócratas! Espero que los españoles (esos a los que, democraticamente, llamarás borregos cuando llegue el día 29) sepan a quién tienen que votar.
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