Y llegó el día, ese tan ansiado por muchos. Días en el que el actual presidente del Gobierno anunciase que convocaba elecciones.

El ocupa mentiroso de Pedro Sánchez se ha visto forzado a convocar elecciones, y aunque las convoque, no dejará de ser un mentiroso ya que cuando fue elegido (por los diputados, no por el pueblo) como presidente del Gobierno, prometió una y otra vez que convocaría elecciones, hecho que luego a la semana negó y que tanto él como sus centenares de enchufados en el Gobierno (Sánchez tiene más asesores que Rajoy) mostraron su intención de agotar los casi dos años de legislatura que faltaban.

En la serie de Telecinco "La Que Se Avecina", hay un personaje que dice eso de "ahí fuera hay algo, llámale Dios, llámale energía...", pues sí, algo hay, y la justicia o el karma llega, más tarde o más temprano, y ojo, no hablo de que el PSOE con Sánchez a la cabeza pierda las elecciones, sino que me alegro que tenga que convocar elecciones obligado por los mismos que hace menos de un año lo apoyaron para que fuera gobierno. Esto es lo más parecido a una moción de censura que he visto en mi vida.

Y es que estaba claro, bueno realmente hay dos cosas claras. La primera era que si alimentas a una bestia, en el momento que a la bestia no la das de comer, te comerá a ti, y eso es el nazi-onalismo, una bestia insaciable y deplorable que se alimenta del Estado y del dinero de todos los españoles mientras que intenta rompernos a todos creando desigualdad con mensajes de odio ¿No habla mucho la izquierda ahora de eso de los mensajes de odio? ¿Y el alentar y el defender a aquellos que saltándose la ley quieren crear desigualdad y pisotear a más de la mitad de su población no es discurso de odio? Pues según la izquierda no, al contrario, con esta gentuza hay que hablar y dialogar, hay que hacer, como ellos dicen, política. No señores, no. Hacer política es hablar, es dialogar y sobre todo, negociar y estar dispuestos a ceder, tanto por un lado como por otro, buscando el bienestar de la mayoría de la población. ¿En qué estaba dispuesto el Gobierno de España y la izquierda política en ceder ante los nazi-onalistas? ¿Debemos negociar con unos partidos que no buscan el bienestar de sus ciudadanos sino usar el independentismo para tapar sus enormes y vergonzantes casos de corrupción?... Pues estos, estos fascistas nazi-onalistas son los que hicieron con sus votos presidente del Gobierno a Sánchez.

Y luego la otra cuestión, el suicidio del PSOE. El PSOE ha dejado en menos de un año de ser Socialista, ya que no me imagino a ningún socialista de verdad viviendo en un palacio con un avión privado que usa para todos sus caprichos. Ha dejado de ser Obrero, ya que ni ha derogado la reforma laboral que aprobó el Partido Popular ni ha creado tampoco puestos de trabajo. Y Español, eso es lo primero que ha dejado de ser incluso antes de coger el poder al apoyarse en comunistas, extrema izquierda, nazi-onalistas y en los amigos de ETA para ser Gobierno. Sánchez una cosa sí mantiene, lo de Partido, y en varios trozos además... jejejeje.

Queridos lectores, tenemos la oportunidad de acabar con esto, pero no al estilo de la izquierda, con manifestaciones quemando contenedores, rompiendo cristales y agrediendo a los que no piensan como ellos, sino en las urnas. Echemos a esta izquierda rancia y así los obligaremos a regenerarse y volveremos a tener una izquierda constitucional y decente, alejada del radicalismo. España no se merece partidos que quieran dividirnos como país.

Hugo Cañellas Ávila