Aunque el Partido Socialista ganó una vez más las elecciones en Andalucía en la última convocatoria, desde un primer momento se supo que no tendría apoyos suficientes para gobernar, por lo que el escenario político de la comunidad daría un vuelco por primera vez.

Y como estaba previsto, así ha sido. El Partido Popular gobierna ya en Andalucía, dando lugar a un giro histórico en una autonomía que siempre había sido socialista. Pues bien, con los nuevos acontecimientos llegan preguntas como, ¿apostará el nuevo gobierno andaluz por las energías renovables?

Un repaso al panorama anterior

Poco antes de que se celebraran las elecciones autonómicas, el director gerente de la Agencia Andaluza de la Energía apuntaba a las iniciativas impulsadas por la agencia en materia de almacenamiento a lo largo de los últimos ejercicios. Al hilo de esto hablaba del modelo energético perseguido en Andalucía, basado en la mejora de la eficiencia del uso de la energía, priorizando el uso de recursos autóctonos sostenibles.

Esto suponía una apuesta sin dudas por el uso de las energías renovables y por tanto un favorecimiento de las empresas que se dedican a su comercialización (http://www.expansion.com/directorio-empresas/energya-vm-gestion-de-energia-sl_2594268_D49_28.html). Y para configurar este modelo energético se hacen necesarios sistemas que puedan asegurar el abastecimiento energético, surgiendo la necesidad de almacenar la energía para una gestión eficiente del sistema tanto a nivel técnico como económico.

De este modo, el futuro del sector energético viene marcado por su íntima vinculación con el desarrollo de tecnologías de almacenamiento de energía, necesario para terminar de cerrar el círculo de abastecimiento con energías renovables, especialmente a través del autoconsumo.

Por otro lado, en materia de movilidad sostenible, la Junta de Andalucía asumía el compromiso de impulsar una movilidad limpia, accesible y asequible para todos, mediante el desarrollo del vehículo eléctrico, cuyo futuro se relaciona estrechamente con el desarrollo de tecnologías de almacenamiento de energía.

Todo esto hizo al gobierno andaluz ver claramente la necesidad de impulsar los sistemas de almacenamiento como elemento esencial para conseguir un sistema energético descarbonizado, y como una oportunidad de posicionamiento para las entidades andaluzas tanto en el ámbito nacional como en el internacional.

Andalucia y el I+D+i, ¿hacia dónde vamos?

El director gerente de la Agencia Andaluza de la Energía señalaba por entonces a la amplia experiencia de Andalucía en el ámbito del I+D+i de sistemas de almacenamiento energético, producción de hidrógeno y pilas de combustibles, desarrollada mediante empresas, universidades andaluzas y centros de investigación. Una labor que ha permitido la internacionalización de productos y de empresas.

También recordaba que desde la Junta se estaban realizando actuaciones encaminadas a reforzar más el posicionamiento de la región, con una clara apuesta por la generación de un tejido industrial especializado en almacenamiento, sobre todo mediante la ubicación de gigafactorías de fabricación de baterías en Andalucía. A lo que añadió que también se ha incorporado el desarrollo de los sistemas de almacenamiento en los principales documentos estratégicos asociados a la innovación, industrialización y desarrollo energético de la comunidad. La pregunta es, ¿qué ocurrirá con todo esto ahora que hay un nuevo gobierno en Andalucía, con distinto signo político? Solo queda esperar para verlo.