El ascenso al gobierno de Andalucía de Juan Manuel Moreno Bonilla, con el imprescindible apoyo de VOX, ha vuelto a sacar a la calle a las mujeres que defienden sus derechos.

Miles de mujeres en las distintas ciudades andaluzas se han visto respaldadas de forma inequívoca por otros muchos millares más en otras ciudades españolas y en otras más del mundo, solidarias con las de nuestra tierra.

La sororidad se ha manifestado de nuevo y las manifestaciones/concentraciones han mostrado con meridiana claridad que hay un importantísimo sector dispuesto a defender los avances en igualdad hasta ahora conseguidos, que tanto han costado y que no se va a renunciar a ellos.

Ha sido de singular relevancia observar cómo mujeres de todas las edades, de todo tipo de origen, situación social o, incluso, pensamiento político han ofrecido como una sola respuesta a la amenaza que supone desvirtuar, banalizar, minusvalorar, despreciar y muy seguramente suprimir lo conseguido en materia de derechos frente a la violencia machista y por la verdadera igualdad entre todas las personas, sea cual sea su raza, su sexo, su orientación sexual, su situación económica o administrativa, que desde esta extrema derecha recién llegada a las instituciones andaluzas se ha planteado como moneda de cambio por el apoyo a la investidura, pues forma parte de su programa y que se han hartado de repetir a voz en grito en sus mítines de campaña.

Es importante señalar que estas movilizaciones de la Marea Violeta vienen a refrendar que el protagonismo de la mujer es cada vez más determinante en la lucha por los derechos de todas las personas y que durante varios años su crecimiento es constante.

En esta lucha también han participado hombres, cualquiera que tenga un mínimo sentido de la justicia tiene que implicarse para demostrar que los privilegios del patriarcado también nos denigran a nosotros. Que los hombres que quieran seguir defendiendo el estatus donde la atávica injusticia histórica les ha colocado y que las mujeres que pretenden hacernos creer que se sienten felices en este papel de segundo orden, sometidas al macho alfa, mantengan sus ideas que nadie se lo va a impedir; pero que sepan que no convencen a nadie, salvo a quien la ignorancia les impida pensar el mínimo necesario, de que la defensa de la igualdad está en el derecho recogido en la Constitución y que nadie tiene que calificar de “kale borroca” en su absoluto desprecio a la palabra de la gente en la calle. ¡Basta ya de comportamientos machistas y de actitudes sexistas! Ni machismo, ni micromachismos, ni nada que rezume esa substancia viscosa, que es el patriarcado, cabe en las sociedades actuales.

Y como todo tiene que tener un final habrá que cerrar felicitándose al ver de nuevo a la militancia socialista codo a codo en la calle en las acciones reivindicativas.

¡¡De Norte a Sur, de Este a Oeste; la lucha sigue Cueste lo que Cueste!!

Manuel García Mata