Aunque en estos días es habitual que los trabajadores reciban la felicitación navideña con deseos de prosperidad para el año nuevo por parte de sus jefes, la que ha enviado Louis Berger Aircraft Services, Inc (LBAS) a sus trabajadores del aeropuerto de la Base Naval de Rota, no ha sentado nada bien a la plantilla. 

Pese a que la felicitación de la concesionaria del servicio de aeropuerto viene a decir poco más o menos lo habitual en estas fechas, a la plantilla le ha sentado tan mal, que incluso le ha contestado con un comunicado donde poco más o menos, vuelven a expresar el malestar que llevan viviendo con dos años y cuatro meses de conflicto, 30 despidos y cinco huelgas, una de ellas indefinida.

Louis Berger, que deseaba en su felicitación lo mejor a sus trabajadores poniéndolos como el valor añadido de la empresa para conseguir los retos empresariales marcados, deseando que su plantilla se sienta bien dentro de la "familia" LBAS, seguir trabajando cumpliendo la legalidad y asegurando la viabilidad económica de los proyectos que inician, también hacía alusión al conflicto que empezó en octubre de 2016. En este sentido, el presidente de Louis Berger, Jiri Maly, manifestaba ser consciente de este conflicto laboral deseando que 2019 sea el año en el que encuentren soluciones y se ponga fin al enfrentamiento.  Como presidente de la empresa, decía, "reitero  nuestra firme voluntad de reabrir el diálogo (...) para garantizar  el futuro de los puestos de trabajo y la continuidad de la actividad en la Base de Rota".

Sin embargo, estas palabras han molestado tanto a los trabajadores, que desde el comité de empresa le han contestado argumentando que no creen que Louis Berger tenga ninguna intención de solucionar el conflicto aunque si de verdad quieren, con diálogo, la plantilla también está dispuesta. En ese mismo comunicado, manifiestan que la felicitación parece un "tranquilizante" para la conciencia de la empresa y lamentan que lo que se dice en la felicitación navideña por escrito no se corresponda con la realidad.

Según los trabajadores, en estos más de dos años de conflicto, "solo ha habido agentes provocadores" señalando a la empresa y a sus asesores, a los que han criticado que hayan optado por "políticas represivas con claro intento de acoso a la plantilla" que han mermado los ánimos de los trabajadores. En la misma línea, se han referido a los 30 despidos "arbitrarios e injustificados", a las infracciones cometidas por la empresa registradas en las denuncias ante la Inspección de Trabajo, y al incumplimiento de normas laborales o derecho a huelga. Todo ello, indican desde el comité, no ha mejorado la situación laboral de la plantilla, que no ha tomado la felicitación navideña como un gesto de buena voluntad sino todo lo contrario. 

Ni se creen que los trabajadores sean el principal valor añadido de la empresa, como reza la felicitación, ni que a la empresa les importe lo más mínimo, más bien, apuntan, han sembrado "políticas de terror hacia la plantilla", "un clima de persecución" o "intentos de desprestigio de los trabajadores y sus representantes sindicales".

Desde el comité de empresa culpan a Louis Berger y a sus asesores de haber llegado hasta donde están, "con informes ficticios en cuestiones económicas y de carga de trabajo con la finalidad  de imponer sus políticas represivas y coactivas, de ruptura de normas y rebaja salarial importante que fue la mecha que prendió el conflicto y del cual no nos sentimos responsables".  Los trabajadores piden transparencia, que se muestren los informes de carga de trabajo y económicos "sin cosmética" y que se hable con claridad.

Para el 2019, dicen en el comunicado enviado al presidente de Louis Berger, no le desean buen año, desean que acabe el conflicto laboral, que se cumplan las  normas y se respete el convenio colectivo por el bienestar de los trabajadores y sus familias. Ese será el reto de los trabajadores.

Por último, terminan, insisten en mantener abierta la puerta del diálogo "sincero y transparente" donde sí les encontrará la empresa, han asegurado.