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Sábado, 22 de Diciembre de 2018

Tu consultoría de psicología y sexología en Rota, con Marina Moreno

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NAVIDAD ¿FELICES FIESTAS?

Tu consultorio de Psicología y sexología

 

 

 

 

 

Llegó la Navidad, esa época tan anhelada por unos y tan temidas por otros. Las luces en las calles, los villancicos, las reuniones familiares y ese mandato invisible: “es Navidad tienes que estar feliz”.

 

Lo cierto es que hay un aumento de personas que padecen depresión en estas fechas, muchos los que sienten angustia, soledad, ansiedad y un vacío en el corazón. Pero… ¿por qué pasa esto?

 

Es el último mes del año y por ello mismo invita a la reflexión de qué se ha conseguido y qué no, algo que de por sí, sobre todo si no pudiste obtener lo que querías, entristece. El ánimo baja y te encuentras de repente con un mandato: es Navidad, tienes que estar feliz, deja la pena para otro momento. Así nos encontramos con una emoción que quiere ser expresada, pero nos vemos obligados a “maquillar” con una sonrisa para evitar comentarios, juicios. Lo curioso de las emociones es que a más intentamos ocultarlas, olvidarnos de ellas, más presentes están.

 

Otro motivo frecuente, tiene que ver precisamente con las reuniones familiares. Los años pasan y cada vez hay menos gente sentada a la mesa. Es inevitable pensar en las personas amadas que ya no están, que su ausencia se haga patente y que, de alguna manera, se espere que en cualquier momento aparezca por la puerta con una sonrisa. También hay veces que nos sentamos a esa mesa y sentimos que estamos rodeados de desconocidos a los que solo vemos en esas fechas, familiares que te desean felicidad sin realmente conocer tus circunstancias y sientes tristeza y quizás también un poco de rabia porque te gustaría una relación más cercana, porque te cansa la hipocresía o porque estás en esa cena más por obligación que por un deseo real de querer estar.

 

Y por supuesto, no hay que olvidar esos “nervios”. Preparar una comidan navideña no es fácil, hay estrés antes, durante y después, todo tiene que estar “perfecto”, para conseguir una alabanza, en la cena se intenta que todos estén atendidos olvidándote la mayoría de las veces de ti y terminas comiendo un pavo frio mientras ya estás sirviendo el postre o recogiendo los platos para lavarlos.

 

Por último, señalar un motivo más del aumento de tristeza y ansiedad de estas fiestas. Muchas familias, debido a la crisis económica, no tienen recursos para dar una gran comida ni realizar los regalos que quisieran. Se ven impotentes por querer y no poder, sobre todo por los pequeños de la casa que son los que más esperan con ilusión estas fechas.

 

¿Qué podemos hacer para intentar mitigar todo esto?

 

Expresa lo que necesites expresar para comenzar de nuevo, las emociones cuando las sacamos del corazón, les damos voz y nos permitimos llorarlas o gritarlas al mar o con un cojín se alivian. Vuelves a respirar.

 

Vive el presente, este mismo momento sin pensar en más allá. Es complicado, pero si lo consigues tienes paz. Piensa en los que perdiste si así lo deseas, hónralos, pero no desde el dolor si no recordando lo bueno que te han dado, contando esa anécdota divertida y sabiendo con total seguridad que esa persona que ya no está querría que la recordaras así, que sigas adelante y apliques a tu vida lo bueno que te enseñó. Mira a tu alrededor, céntrate en las personas que sí están contigo, que están a tu lado, puede que solo sea una o sean veinte. El número no importa, lo que importa es que hay alguien que te ama y está ahí contigo, y tú con ella. Cultiva esa relación y agradece.

 

Disfruta del esfuerzo que has puesto en hacer esa cena para todos y no te olvides de ti. Come en caliente, participa en las conversaciones, no es necesario que estés tan vigilante a todo, porque las cosas ya están bien, tienes a los tuyos reunidos, aunque solo sea por una noche.

 

Hemos olvidado lo que significa realmente la Navidad. No es una gran comida ni hacer un montón de regalos. Eso lo hemos creado nosotros, lo hemos añadido, para gastar y gastar. La Navidad es la celebración de un nacimiento, del comienzo de algo bueno que está por llegar. Vive este momento, puede que solo puedas ofrecer a tu familia una cena humilde, pero en ti está hacerla grandiosa. No recordamos la comida que había en la celebración, lo que recordamos son las historias, es el abrazo de nuestros padres, familiares diciendo que nos quieren, es la alegría, el chiste, el villanciscos al que en un descuido se le cambio la letra, es el recuerdo de aquel 31 en que en vez de con uvas tuvimos que atragantarnos con “miajones” de pan y fue algo gracioso, original porque decidimos que en vez de quedarnos con lo negativo nos quedaríamos con lo positivo: las personas que estaban con nosotros.

 

¡Feliz Presente!

 

¿Necesitas ayuda? ¿Tienes algún problema que te gustaría consultar con un profesional? ¿Te gustaría saber algo de psicología y sexualidad? Escribe a “Tu consultorio” y tus preguntas tendrán respuesta.  Sólo tienes que mandar un mail a [email protected] indicando si eres hombre o mujer, tu edad y el motivo de tu consulta. A la semana siguiente tu pregunta podrá aparecer en esta sección donde será resuelta.

Aprovecha esta oportunidad y ponte en contacto con “Tu consultorio”.

 

Marina Moreno Pérez de la Lastra

Psicóloga psicoterapeuta especialista en sexualidad.

Contacto: [email protected]

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  • Un sufridor

    Un sufridor | Domingo, 06 de Enero de 2019 a las 22:16:16 horas

    A mi lo que me provoca mas ansiedad es pensar que los días 25 y 1 tengo que pasarlos ENTEROS con la familia política. Aguantar las pamplinas y tiritos de los cuñados. Librarse de esa tortura....no tendría precio

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