El alumnado del colegio San José de Calasanz celebró en la jornada de ayer la  IV Marcha Solidaria que reunió a toda la comunidad educativa en torno a una actividad deportiva y solidaria a la vez, ya que por un lado, se proponía una carrera que llegó desde el colegio a la zona del casco histórico en la que participaron todos los cursos, a excepción de los más pequeños, cuya presencia quedó reducida a las inmediaciones del centro, y por otro, se pedía a cada participante que entregara un kilo de alimento.

La carrera se desarrolló con buen ambiente, con todos los alumnos luciendo algún tipo de adorno navideño para dar mayor colorido a una cita a través de la que se consiguieron más de 350 kilos de alimentos que serán donados a Cáritas Interparroquial. Pero este año, la IV Marcha Solidaria tuvo un matiz nuevo, y es que con el reciente asesinato de Laura Luelmo, la joven profesora zamorana cuyo cuerpo se encontró con signos de violencia en El Campipllo (Huelva), este centro quiso sumarse a las muestras de repulsa contra la violencia.

El rechazo al asesinato de esta docente estuvo presente y visible en algunas de las pancartas que los alumnos portaron a lo largo de todo el recorrido, con lo que esta cuarta edición de la marcha no sólo tuvo este año el objetivo de promover hábitos de vida saludable entre los más jóvenes, sino también la necesidad de rechazar la violencia en cualquiera de sus versiones.

Al final del recorrido, a lo largo del cual la Policía Local facilitó el paso de los escolares, se dio lectura a un manifiesto de repulsa por el crimen de Laura Luelmo y se guardó un minuto de silencio.

Valores como la igualdad, la tolerancia y el respeto son cada vez más necesarios que calen en las nuevas generaciones que serán el futuro de esta sociedad que ayer mostró su rechazo a crimenes de este tipo.