Dice el refrán que la risa va por barrios y ahora es el momento en el cual las sensaciones en Andalucía han cambiado de bando. Mientras la derecha aznarista en sus tres vertientes juega al gato y al ratón con la gobernación andaluza, las otras dos fuerzas relevantes asumen su fracaso con diferente enfoque.

De los ganadores solo merece la pena advertir al PP que su euforia, incluso si llegase a ser responsable de dirigir el gobierno andaluz, debe ser comedida pues la lectura de las votaciones tampoco es para que se sientan tan felices: La caída en 6 puntos porcentuales, 300.000 votos y 7 escaños es para preocupar; sobre todo si esta huida se ve claramente que va a dos fuerzas emergentes, C´s y VOX. La gente del PP se lo tiene que pensar.

En las filas socialistas, en el primer apretón el ministro de Fomento, José Luis Ábalos, el más rápido a la otra orilla del Turia, entró como elefante en cacharrería, disparando contra Susana pidiendo su dimisión. El Presidente Sánchez, con experiencia en esto de defenestraciones socialistas, mostró un línea más comedida y dejó el melón sin abrir, para que sean sus correligionari´s andaluces quienes diriman cómo digerir la pérdida del trono del Sultanato. El embrollo puede tomar cualquier dirección pero Pedro Sánchez es consciente de que la caída de Susana no le reportará ningún beneficio, pues a él le engrandece la condescendencia con su rival por el liderazgo de la rosa. Con esto parece que las especulaciones han perdido interés y, pase lo que pase, el PSOE parece que lo tiene amortizado. Después de tantos años el desgaste que trae consigo la gobernación puede explicar la factura que le ha pasado el electorado. En el fondo a Susana, pese a su prepotencia y a su seguidismo, no se le puede reprochar connivencia con la corrupción, que es lo que sí ha sido determinante en la desafección sufrida.

Otra situación muy diferente es la que se presenta en Adelante Andalucía. El resultado, inesperado, ha venido a mostrar que son otros los intereses del electorado y el mensaje no ha calado. Aclaremos: ¿acaso el electorado ha tenido en cuenta lo que son, lo que representan y, sobre todo, lo que han hecho las fuerzas que representan Adelante Andalucía en esta legislatura? ¿Quiénes han defendido las políticas sociales, con continuas propuestas de recuperación de los derechos perdidos? ¿Quiénes han propuesto la rebaja de sueldos a las parlamentarias y a los parlamentarios de Andalucía? ¿Quiénes han propuesto que se suprimieran las dietas, o al menos se justificasen con recibos, o como poco que no se cobrasen en los meses de vacaciones en los que no se acude al centro de trabajo? ¿Quiénes han dedicado gran parte de su sueldo a organizaciones sociales y agente necesitada? ¿Quiénes han estado apoyando y defendiendo a los colectivos con problemas laborales? ¿Quiénes han defendido una política medio-ambiental respetuosa? ¿Quiénes… se podría llegar hasta el infinito. Ya sé que no lo saben, que ya se encargan los medios de comunicación de no hacerles llegar estas noticias, pues vayan aprendiéndolo antes de repetir como papagayos que “todos los políticos son iguales”. Todo esto no es más que la línea de actuación de PODEMOS y de Izquierda Unida en su labor política en esta legislatura. ¡Pues claro que no interesa que se sepa! Vende más relacionarnos con Venezuela o con Cuba, o echarnos en cara que no gritemos que a Catalunya hay que pasarla por las armas o cosas por el estilo, como quieren oír los energúmenos que se ponen por bandera una rojigualda de la misma manera que una blanca con el escudo del Real Madrid, sin tener en cuenta que somos los únicos empeñados en hallar una solución dialogada.

¿Y de esto queremos sacar como conclusión que hay que quitar de en medio a Teresa Rodríguez? ¿Alguien me quiere dar otros argumentos que no sean la rutina burguesa de defenestrar a quien no gana? ¿Es que hay alguien que pueda hacerlo mejor?

Manuel García Mata