Carlos Roque Sánchez
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DESMONTANDO LA HOMEOPATÍA
Si la semana pasada dábamos cuenta de que la ciencia había echado un nuevo un jarro de agua fría, sobre las cabezas de todos aquellos creyentes en aquella pseudociencia según la cual, el uso de los teléfonos móviles producen cáncer en los seres humanos, en esta tercera semana, y por mero oportunismo temporal debemos repetir la maniobra. Repetir porque no están siendo estos lluviosos días de noviembre, buenos tiempos para esa falsa medicina, esa pseudoterapia que responde al sustantivo que encabeza la ‘Opinión’. No. Tras años de inundar farmacias con miles de productos homeopáticos, la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) le ha puesto coto a su venta y, tras resolución vía BOE, ordenó a finales del pasado octubre la retirada de estas sustancias, llamémoslas ‘medicamentosas’, de las farmacias.
Y la razón no es otra que la de no haber demostrado nunca sus suspectas dotes curativas, como tiene que hacer el resto de fármacos convencionales, y naturalmente las homeopáticas también deben cumplir la nueva normativa. Fue en el pasado abril cuando la AEMPS instó a los laboratorios implicados para que, antes de julio, presentaran una solicitud a fin de ser reconocidos como verdaderos medicamentos o productos terapéuticos. Hasta aquí normal. Fue al acabarse el plazo de presentación de dichas solicitudes de reconocimiento terapéutico cuando saltó la sorpresa. Si está de pie siéntese porque, de los entre catorce y dieciséis mil (14.000-16.000) productos homeopáticos que se estaban vendiendo hasta ahora, sin haber avalado su eficacia ni uno solo de ellos, los laboratorios sólo han pedido regularizar dos mil ocho (2.008) Sorprendente, ¿no le parece?
Echando números resulta que los mismos laboratorios que los fabrican, tienen claro que el ochenta y siete por ciento (87%) de sus productos no curan. O sea que son un fraude y por ende su venta ilegal. Así que habrán pensado que para qué pedir un análisis y hacer el ridículo, si ya saben lo que va a salir en el informe ¿Cómo se queda? Precaución.
Y siga sentado porque no queda ahí el timo homeopático. De los 2.008 productos registrados en solicitud de su curso legal, para la inmensa mayoría de ellos, en concreto para mil novecientos noventa y seis (1.996), lo que en realidad solicitan los laboratorios es que los cataloguen como productos sin indicación terapéutica, o lo que es lo mismo, que ya de entrada admiten el hecho de que ni curan ni mitigan de los síntomas de una enfermedad. Vamos que saben que lo que venden no son medicamentos, lo que viene a significar que estamos ante todo un fraude científico reconocido al 87% por los propios timadores que se lucran con él. De modo que solo para doce (12) de los entre 14.000 y 19.000 productos que han estado vendiendo hasta ahora como si fueran eficaces, sólo para un 0,075 % de ellos, se atreven a pedir la categoría de medicamentos, de productos con indicación terapéutica. Caución.
Bien pero entonces, los doce que quedan serán medicamentos ¿no?, pienso que se preguntará usted no falto de razón. Bueno pues eso está por ver y habrá que esperar. Pero claro, si en todos estos años los propios laboratorios que los fabrican, no han podido demostrar su eficacia y seguridad mediante ensayos clínicos y pruebas científicas, ¿qué cree usted que sucederá con las aspiraciones terapéuticas de la docena homeopática? Yo, la verdad, no lo sé pero me temo lo peor y, creo que ni uno solo de los miles de productos homeopáticos vendidos hasta ahora, mostrará su eficacia científica como producto con indicación terapéutica. Ninguno superará los ensayos clínicos rigurosos y los análisis sistemáticos a los que se les someterá, como se hace con cualquiera de los medicamentos convencionales. Pero lo dicho, habrá que esperar. Cautela.
Mientras escribía estas líneas me han llegado casi a la vez, una noticia y un nexo musical en relación con la temática tratada. La primera me llega del presente y es la información de que el gobierno español está pergeñando un plan para acabar con las casi ciento cincuenta (150) pseudoterapias que existen, a saber: homeopatía, acupuntura, reiki, bioneuroemoción, agua mineral milagrosa/lejía, agua hidrogenada, biomagnetismo, ozonoterapia, etcétera. Pero bueno ya veremos en lo queda, que sabido es que las cosas de palacio van despacio. El nexo musical me viene del pasado, en concreto de los inicios de los años 80 del siglo XX, y nada menos que de la mano del grupo vigués ‘Golpes bajos’ y su canción ‘Malos tiempos para la lírica’. Pues eso digo yo para la homeopatía.
CONTACTO: [email protected]
FUENTE: Enroque de ciencia












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