El cura párroco Juan González Lagomazzini, conocido en Rota como el padre Juanito, un sacerdote que ha pasado en la localidad más de 50 años en activo dedicado no sólo a la comunidad católica sino al servicio de los más desfavorecidos, recibió ayer el calor y aplauso de un pueblo que le agradece todo lo que en su vida sacerdotal ha hecho por el municipio.

Impulsar el salón del abuelo, convertir la antigua "Casa de la Cilla" en la actual parroquia de Nuestra Señora del Carmen donde ejerció su vocación, conseguir la construcción de la iglesia de Costa Ballena, poner en marcha Cáritas Interparroquial, impulsar la formación de la actual Hermandad del Amor, formar el primer consejo pastoral de Rota, reorganizar la Hermandad del Rocío, junto a otras muchas obras sociales dirigidas a los mayores, drogodependientes y familias con problemas, han sido parte de su largo currículo como cura. Una trayectoria que ayer, todos pusieron de manifiesto alabando la vocación de un párroco que a sus 87 años aún se le puede ver en alguna misa.

El padre Juanito, don Juan, recibió ayer muchas palabras de agradecimiento por todo lo hecho a lo largo de su vida. Una representante de las comunidades neocatecumenales, Manuel Laynez en nombre de la Hermandad de Nuestra Señora del Rocío, el presidente del Consejo Local de Hermandades y Cofradías,  José Antonio Rodríguez, el actual cura párroco del Carmen, Carlos Redondo, Miguel Moyares de Ecos del Rocío y el diácono Diego Vidal, fueron los primeros en intervenir en un acto al que se sumaron muchos roteños. Miembros de la feligresía de la iglesia del Carmen, vecinos de la barriada de El Molino, representantes de entidades y asociaciones y ciudadanos en general, llenaron el nuevo Pasaje Padre Juanito que se ha dedicado a un cura al que el Ayuntamiento de Rota ha querido homenajear en vida para agradecerle su implicación por el bienestar de muchas personas que viven en la localidad.

El Pasaje Padre Juanito, coincidían todos los intervinientes, es sólo una forma de devolver una mínima parte de lo que este sacerdote ha entregado en vida. Las palabras de admiración y cariño por don Juan fueron constantes en un acto  sencillo pero emotivo que el propio Juan González Lagomazzini pudo presenciar rodeado de su hermana Loli, siempre junto a él, y de otros muchos amigos.

Don Juan era de ese tipo de curas que mantenía las puertas de la iglesia siempre abiertas, siempre dispuesto a ayudar e incluso a echar una partida de cartas con los abuelos en ese primer salón del abuelo que creó  y que dio paso a la residencia de ancianos. Su carácter servicial y abierto fue el más destacado por todos los intervinientes que quisieron resaltar la figura de este hombre que aunque no es roteño de nacimiento sí lo es de corazón y adopción.  Como bien dijo el diácono y amigo del padre Juanito "si  no hubieras nacido, Rota habría tenido que inventarte", resumiendo con esta frase la importancia de un cura de su calibre para la villa que no solo se dedicó a evangelizar sino que en sus primeros años, montó un grupo de maestros que no cobraban y daban clases por la noche para enseñar a escribir y leer a algunos niños. Miguel Moyares, hoy reconocido por ser autor de grandes éxitos de Ecos del Rocío, reconocía que él fue uno de esos niños a los que enseñó mostrándose eternamente agradecido a un cura sin igual.

Ante tantas abrumadoras palabras, sin embargo, el homenajeado de anoche fue breve en su intervención. Agradecido, muy agradecido por este gesto del Ayuntamiento, don Juan aseguró que sólo había hecho lo que Dios le encomendó prolongando su vida en activo al máximo para poder sacar adelante todos los proyectos que tenía en mente, uno de los de mayor envergadura, la iglesia de Nuestra Señora del Rosario Coronada en Costa Ballena. Con un "os quiero mucho" dirigido a todos los roteños que presenciaban su homenaje, recibió un caluroso aplauso en el pasaje que lleva su nombre. Una obra, como decía el diputado de Servicios Económicos, Hacienda y Recaudación, Jesús Solís, que ha sido posible gracias a la inversión del Plan Invierte mediante el que la Diputación de Cádiz reparte  sus beneficios entre las localidades gaditanas para que impulsen nuevos proyectos.

Tras las intervenciones llenas de sentimientos, al diputado le costaba hablar de números como político, por eso, aunque destacó la gestión que ha permitido la apertura del nuevo pasaje, se centró también en la figura del padre Juan González Lagomazzini al que apenas había conocido en ese mismo acto.  Como representante de la Diputación, aseguró sentirse muy agradecido de haber sido invitado al acto, de ver que un callejón estrecho de paso se haya convertido en una calle peatonal que une las calles Calvario y Lope de Vega y que esta además, lleve el nombre de una persona tan querida en la localidad.  En su intervención, recordó que la Diputación ha repartido más de 35 millones de euros en proyectos por toda la provincia y piensa seguir haciéndolo encantado con que parte de ese dinero vaya a iniciativas de este tipo que hacen la vida de los vecinos más cómoda.

Por su parte, el alcalde de Rota, Javier Ruiz, fue junto al padre Juanito el encargado de descubrir la placa que da nombre al pasaje en la que además de una foto del cura hay una leyenda que resume muchos de los proyectos que hizo por Rota y que avalan que ese vial lleve su nombre.  El regidor, que como todos los anteriores intervinientes,  agradeció a todos los presentes el cariño mostrado al sacerdote del que también destacó su trayectoria, se centró en la obra hecha que ayer se inauguraba.  Un pasaje que desde el Ayuntamiento se ha planteado para que facilite el acceso de los vecinos de la barriada de El Molino a otras partes de la localidad pero que está concebida para que más que de paso, sea un sitio de estancia. Para ello, se han colocado bancos, algunos árboles y se le ha dado un aspecto agradable para que el Pasaje Padre Juanito sea un punto de encuentro de vecinos.  Queda pendiente mejorar los accesos laterales de la iglesia del Carmen con la que linda este nuevo vial para hacer más cómoda la entrada a los feligreses, algo, según dijo Javier Ruiz, en lo que ya se está trabajando.

La rotulación del Pasaje Padre Juanito es un símbolo de cariño y respeto al sacerdote que ayer, emocionado, recibió el calor de muchos roteños.