Aunque no es la primera vez que se refieren al estado de los parques infantiles, para el PP, la falta de actuación municipal le ha llevado a salir de nuevo a la palestra para poner encima de la mesa una petición que ya no se centra solo en que se adecenten y arreglen estos equipamientos para el esparcimiento y ocio de menores, sino que, por el estado en el que se encuentran algunos parques, estos se precinten.

Y es que el PP, que asegura haber recogido estas quejas de vecinos y usuarios, no quiere tolerar que haya espacios para niños que entrañen peligro por la falta de mantenimiento. Como ejemplo, se han referido a varios parques infantiles de la localidad, el situado en la barriada Ramón de Carranza, cercano a la escuela infantil "Madre de Dios"; el parque de los pinares de Rota, a la altura del recinto ferial; y el que se encuentra en la calle Familia Andrade, paralelo a la calle Orfeón "Virgen de la Escalera".

Según la candidata a la Alcaldía por el Partido Popular, Auxiliadora Izquierdo, "el estado de abandono en estos parques infantiles es máximo. Se pueden encontrar toboganes sin peldaños para ser usados, pasarelas de seguridad rotas, clavos sobresaliendo de los juguetes, instalaciones derrumbadas y falta de baldosas en el suelo. Además, hay destacar la presencia de óxido en las instalaciones, fuentes con hongo o sin funcionar, y bancos rotos", entre otras deficiencias.

Desde el PP consideran que los parques infantiles son "una gran herramienta para el aprendizaje de los niños" al servir como agente socializador y escenario de ocio y deporte, por eso, debería ser una prioridad para el gobierno municipal que, a su juicio, no presta atención a unas infraestructuras que en el estado que están, obliga a los padres a temer por la seguridad de sus hijos.

Para Auxiliadora Izquierdo, un buen plan de mantenimiento hubiese evitado el actual estado de los tres parques a los que se ha referido en su denuncia, por eso, exige al Ayuntamiento de Rota el arreglo total e inminente de estos parques con el objetivo de convertirlos en un lugar seguro para los niños y sus familias. Mientras tanto, creen que lo mejor es que se precinten para evitar su uso.