Juan Montes
![[Img #5169]](upload/img/periodico/img_5169.jpg)
EL BAR SAN ROQUE, EL SABOR DEL BUEN ADOBO
A veces en la vida no es necesario tener un hábitat tan grande y tan espacioso para tener buena clientela a través de esas exquisitas tapas que nos hacen volvernos antes el aroma inconfundible del pescado adobado.
En Rota, la cultura del tapeo está a la orden del día y existen bellos rincones donde tapear pero quédense con uno de ellos como el reseñado a través de estas líneas.
Las tapas forma parte de la cultura española a través de cientos de años los cuales aún nos han dejado muchas cosas por descubrir. El centro neurálgico de la villa tiene en la plaza de San Roque junto a la ermita del mismo nombre, un coqueto bar, estrechito, lleno de amabilidad y sobre todo, de un excelente surtido de tapas variadas que nos hacen disfrutar cuantas veces hemos de visitarlo.
Una entidad que se fundó hace ya 43 años regentado en sus inicios por Ramón Caraballo y más tarde anexionado con su hermano Rafael.
Desde tiempos inmemoriales, el bar de San Roque abre sus puertas de par en para a esa selecta clientela y digo selecta, por aquello de que el que tuvo retuvo, de aquel que saboreó una de sus tapas volvía de nuevo a paladearlas. Allí, sus propietarios, sus trabajadores, colaboran durante el año en citas preestablecidas, ya sea Semana Santa, Carnaval o el día de San Juan con la quema de los "juanillos". Ellos aportan con su presencia en ese emblemático rincón roteño un lugar de encuentro donde disfrutar del diálogo, de estar en la calle pero a su vez, en una de las plazas más hermosas de la localidad, la plaza de San Roque.
Ellos, son gente de bien, nobles y fieles trabajadores que con su cocina hacen de cada cliente un disfrute del paladar. Los filetitos, el cazón en adobo, los boquerones fritos, la ensaladilla y un largo etcétera de tapas complementan ese disfrute en el devenir de cada dia. En ese consumo itinerante que realiza el roteño de a pie le llamamos ir de "tapeo".
Durante todo el año el bar permanece abierto al público desde horas tempranas en aras al primer café de la mañana y más tarde arribando el mediodía las tapas de arranque, los caracoles en su fecha, los filetes y el pescadito frito nos hacen ver de la plaza y su exquisito bar, un centro gastronómico digno de disfrutar. Por allí, durante la etapa estival pasan todo tipo de personajes nacionales famosos los unos, y menos famosos los otros, pero al fin y al cabo, gente que sabe saborear todo lo bueno que de allí se extrae. En ese coqueto rincón, adentrarse en él mismo es entender el cómo y el por qué de sus tapas.
![[Img #5170]](upload/img/periodico/img_5170.jpg)
![[Img #5171]](upload/img/periodico/img_5171.jpg)
Siempre el capítulo de tapas depende en gran medida de la región culinaria española donde se encuentre el comensal. Existe en nuestra localidad un auténtico rally del tapeo. Se sale a veces en grupo, degustando ciertas tapas repartidas en distintos rincones culinarios de la localidad roteña, ése ir y venir para conocer la ropa vieja de El Torito, los pescaditos de E Pirri o el arranque de El Espaero... por citar algunos. No obstante, en esa ruta del tapeo de nuestra villa está situada con letras de molde el bar San Roque. Si bien se cree que una vieja costumbre española era alimentarse con pequeños bocados para engañar el hambre, la tapa tal cual se la conoce hoy en día nace después del período de escasez. Una buena tapa, unos boquerones fritos de esos preparados con tanto mimo por los hermanos Caraballo, forman parte de la exquisitez culinaria por excelencia.
A veces, entender cómo pueden trabajar con tanto mimo en un lugar tan reducido, da muestras muy a las claras de ese amor, de esa entrega sin medida a todo aquello que se proponen siempre pensando en el cliente de a pie.
Déjenme disfrutar cada fin de semana del sabor que deja en mis adentros una tapa de boquerones fritos. La limpieza fuera de toda duda, la mezcla de una capa de harina, una buena preparación hace que el comensal disfrute de esos momentos inigualables.
San Roque, aquel santo que suscitaba una gran devoción y que ayudaba a los necesitados y enfermos aporta, no cabe la menor duda, en este lugar neurálgico de la población, una ayuda espiritual y con ello, la confianza de cuantos disfrutamos de la ruta del tapeo. Coincidiendo con su onomástica el día 16 de agosto, forma parte del mes por excelencia del veraneo en la villa de Rota y como no, con la época ideal para pasear por las calles de la localidad.
Va por ustedes estas líneas escritas. Nuestra más sincera felicitación por el trabajo realizado y saber llegar al cliente a través de las exquisiteces elaboradas prestando con ello, un plus al paladar del visitante. Felicidades por ese buen hacer culinario.
Mondel












Normas de participación
Esta es la opinión de los lectores, no la de este medio.
Nos reservamos el derecho a eliminar los comentarios inapropiados.
La participación implica que ha leído y acepta las Normas de Participación y Política de Privacidad
Normas de Participación
Política de privacidad
Por seguridad guardamos tu IP
216.73.216.27