Amor y Esperanza se dieron la mano en la tarde del Lunes Santo con la salida de los dos titulares de la hermandad más joven de la Semana Santa de Rota. Tras un Domingo de Ramos pleno con La Borriquita en la calle, ayer tocaba el turno de una cofradía que comenzó a dar sus pasos hace 25 años, en 1993, cuando el cura párroco de la iglesia de Nuestra Señora del Carmen, Juan González Lagomazzini, se propuso llenar de contenido cofrade el segundo día de la semana de pasión, muerte y resurrección de Jesús. 

Hace un cuarto de siglo que el Santísimo Cristo del Amor salía por primera vez en viacrucis y en 2001 hacía su salida procesional. Una procesión a la que en 2006 se le unía Nuestra Señora de la Esperanza del Calvario. Desde entonces, los roteños tienen un motivo para salir el Luns Santo a la calle en Semana Santa y arropar a estos dos titulares que poco a poco han ido sembrando fervor. Principalmente,  tiene especial cariño en la barriada de El Molino donde un año más se pudo ver ayer a muchos vecinos en su salida procesional y en el primer tramo de un itinerario que se alargó en cuatro horas.

Tanta es la vinculación de la Hermandad del Amor con la barriada que la ha visto nacer y ha hecho que crezca, que ayer tuvo un gesto emotivo con el fallecido Antonio Salas, uno de los colaboradores de esta cofradía que vivía en el patio Santa Cruz hasta donde ayer se adentró el paso de la virgen para recordarlo y en parte, agradecer la ayuda desinteresada que siempre prestaba. El Cristo del Amor no pudo hacerlo por la altura de la cruz, pero los vecinos aplaudieron y agradecieron este detalle con un roteño que fue muy querido.

Momentos que se vivieron casi inmediatamente después de la salida de ambos pasos donde el cura Carlos Redondo, que ahora preside la gestora que dirige la hermandad, dedicó unas palabras a los cofrades presentes intentando trasladar la importancia de estas salidas procesionales.

Este año, el cortejo estaba formado por unos 70 hermanos que lucieron en la calle de forma más homogénea, con túnicas iguales y capirote alto, a diferencia de años anteriores en los que se podía ver distintos tipos de túnicas, con capa o sin ella, y antifaz con capirote y sin él. La gestora decidía que para esta salida procesional, y para ir dando el realce que merece un Lunes Santo roteño, lo mejor era ir dando pequeños pasos para engrandecer la vistosidad en la calle.

Aún son pocos hermanos los que acompañan a los titulares del Amor y la Esperanza pero en las calles se sintieron arropados por la presencia de muchos ciudadanos que disfrutaron de esta salida procesional. Especial mención tiene cada año la cuadrilla de la virgen, única compuesta íntegramente por mujeres en la villa que ayer procesionó guiada por Sergio Laynez Bejarano a los sones de la Asociación Musical de Barbate.  El Cristo la antecedía en un paso portado por 24 costaleros que guiaba José Antonio Tirado Valderas y acompañado por el sonido de dos tambores, pese a que en principio iba a ir en silencio como en otras estaciones de penitencia.

Detalle de Protección Civil el que se pudo ver también en el cortejo escoltando el paso de Cristo, debido a su unión como hermano honorario de la Hermandad del Amor, y dos escoltas de la Guardia Civil que acompañaban a la Esperanza del Calvario en su desfilar.

El Amor y la Esperanza caminaron juntos en una tarde de Lunes Santo que se presentó con buen tiempo que ayudó a que hubiera público por las calles de la villa. Rota vivía su segundo día de Semana Santa con ganas de seguir viendo titulares en la calle. Hoy Martes Santo, procesiona una de las tallas más veneradas, Jesús Cautivo y la jornada se vuelve solemne y silenciosa.