En el acto militar celebrado con motivo del centenario de la Aviación Naval que ha presidido esta mañana el Rey Felipe VI, Rota ha tenido un lugar especial en los discursos tanto de la ministra de Defensa, María Dolores de Cospedal, como del almirante Jefe de Estado Mayor de la Armada (AJEMA), Teodoro López Calderón. Ambos, han significado expresamente la contribución que hace la localidad roteña con la cesión de parte de su territorio para la Base Naval de Rota donde en 1957 aterrizó la Flotilla de Aeronaves viendo así el resurgimiento del arma aérea de la Armada.

Así ha quedado constancia en el día de hoy donde ambas autoridades han dado un lugar destacado a la villa, de hecho, ese es el motivo por el que la Armada española ha querido tener una deferencia con el pueblo que lleva acogiéndolos desde hace seis décadas. Más de 60 años en los que tanto marinos españoles como sus familias, trasladadas desde otros puntos del país, han sido acogidos por la población local que siempre se ha mostrado hospitalaria, no sólo con la comunidad militar española sino también con la norteamericana. Por eso, los actos centrales, el militar de hoy en la Base, y la demostración aérea de mañana sábado, tienen lugar en término municipal.

El almirante jefe de Estado Mayor de la Armada (AJEMA), Teodoro López Calderón, destacaba que es inconcebible hablar de la historia de la Flotilla de Aeronaves sin nombrar a Rota donde muchos de sus paisanos, de hecho, son miembros de la Armada. Pilotos y dotaciones han salido de esta tierra que a la vez, es la "patria chica" de aquellos que tuvieron que dejar su ciudad natal destinados a la Base Naval de Rota. En ella, decía, siempre se han sentido bien acogidos tanto por las autoridades locales como por sus ciudadanos. A todos, decía la autoridad militar, gracias.

También la ministra de Defensa quiso tener un agradecimiento expreso hacia los roteños como pueblo y a la ciudad. Además de agradecer el trabajo de la Armada y de todos los que la componen, María Dolores de Cospedal fue explícita dando las gracias a Rota por su colaboración y apoyo a los marinos y a sus familias. Y es que de hecho, muchos de ellos, hace años que son ciudadanos de la localidad donde se sienten como en casa. Prueba de ello es la cantidad de matrimonios forjados entre roteñas y militares venidos de otros puntos del país.