LO QUE TRAE EL VERANO

Con la llegada del verano no todo es “alegría”.  El verano trae consigo también una serie de inconvenientes, como “las olas de calor”. Los desplazamientos vacacionales hacen aumentar las poblaciones costeras, con lo que el consumo se dispara. Los bares, restaurantes, hoteles... aumentan sus plantillas de trabajadores. Por lo tanto, las cifras del paro bajan. Otro cuestión es a qué precio lo hacen. Pero, al mismo tiempo, los servicios públicos esenciales como la Seguridad y la Sanidad, no aumentan del mismo modo sus efectivos. La ratio número de habitantes y servicios públicos no se cumple ni de lejos. Y esto ocurre temporada tras temporada.

Los médicos del centro de salud de nuestro municipio ya se han manifestado a modo de protesta ante la falta de un incremento de la plantilla , lo que, vaticinan, va a provocar  colapso en el servicio de urgencias  y retrasos en la atención médica durante el verano.

Por otra parte, hace unos meses los representantes del Sindicato Unificado de la Policía Nacional solicitaban, entre otras mejoras, el incremento del número de agentes durante la temporada estival para mantener la seguridad ciudadana dentro de unos parámetros considerados como aceptables.

Ambas reclamaciones no son nuevas. Pero poco, o nada, se hace desde las Administraciones competentes para solucionarlo.

Siempre se ha sostenido que la población de Rota aumenta en verano hasta las cien mil almas. Ignoro si el dato ha sido contrastado y tiene un fundamento, digamos, matemático. Pero, de tanto repetirla, damos por hecho esta cifra como cierta. Esto supone que durante el estío, Rota tiene  más de setenta mil habitantes nuevos. Se puede afirmar que la mayoría de los foráneos llegan a nuestra ciudad en vehículo propio. Pongamos que sean unos cincuenta mil los que llegan en coche. Si repartimos esta cantidad de visitantes en los vehículos correspondientes, situando una media de cuatro viajeros por vehículo, nos encontramos con un aumento de doce mil quinientos  coches. No es de extrañar pues la falta de aparcamientos, porque es difícil y complicado “colocar” tal cantidad de automóviles en una ciudad diseñada para veintinueve mil habitantes.

Este tipo de artículos de opinión es un clásico en esta época. Nos hemos acostumbrado a sus contenidos como a “la canción del verano”,  a “los nuevos fichajes de los clubes de fútbol” y a la llegada de inmigrantes en pateras cruzando el Estrecho. La falta de personal y equipamiento sanitario (el pasado año se hablaba de que sólo había una sola ambulancia para cubrir Rota, Chipiona, Costa Ballena y Sanlúcar) y la falta de efectivos policiales (lo que aumenta los casos de delincuencia y la inseguridad ciudadana) se viene repitiendo verano tras verano. ¿Falta de previsión? ¿Causa de los malditos recortes?

Situaciones que deben ser corregidas, desde lo público, sin esperar a que se produzca algún desenlace no deseado por nadie. Porque también es un clásico que siempre se actúa cuando se produce una situación traumática, aunque haya sido mil veces anunciada.
En fin, es lo que hay.

Salud.