Estación de penitencia completa y plena para Nuestro Padre Jesús Cautivo y Rescatado  que en la pasada Semana Santa se vio truncada por la lluvia. Anoche, las buenas temperaturas acompañaron y el viento de levante aflojó, lo que permitió una salida procesional esperada por muchos roteños que salieron a la calle hasta la madrugada para poder acompañar a un Jesús maniatado que lucía solemne por la villa.

A las diez y media de la noche salía la Cruz de Guía por el dintel de la puerta de la parroquia de Nuestra Señora de la O y tras ella, un largo cortejo compuesto por hermanos nazarenos portando pesadas cruces a los que se sumaron como desde 2014, un tramo de penitentes con cirios para que aquellos que por su edad o condición física no puedan cargar peso, tengan la oportunidad de acompañar a Jesús en su salida del Martes Santo.

El silencio y el recogimiento propio de esta hermandad en la calle sigue siendo un signo característico del Martes Santo que sólo lo rompe el racheo de los hermanos costaleros que, un año más, guiados por el capataz José Joaquín Arévalo, llevaron sobre sus hombros a El Cautivo de Rota, una talla  realizada por Miguel Laínez Capote en 1961, que procesiona sobrio con túnica morada, las manos atadas, corona de espinas y pisando un monte de claveles rojos, exorno floral también característico de esta cofradía.

Escoltado en todo su recorrido por dos agentes de la Policía Nacional, que colaboran a través de la asociación ASACRO con esta y otras hermandades, Nuestro Padre Jesús Cautivo volvió a ser el centro de atención de una noche en la que la seriedad del cortejo prima y donde destaca un numeroso grupo de hermanas de vela, en torno a  150, que lo acompañaban tras el paso.

Jesús Cautivo y Rescatado marcó ayer la solemnidad propia de un Martes Santo que hoy se vuelve de luto con la salida de Nuestro Padre Jesús de la Salud en sus Tres Caídas y María Santísima de la Caridad junto a San Juan Evangelista.