SILOGISMOS ARISTOTÉLICOS

El silogismo es una forma de razonamiento deductivo. Se le atribuye a Aristóteles sus formulaciones. Para expresarlo de una manera sencilla diré que en los silogismos se relacionan dos términos, un sujeto y un predicado, que comparados lo que se conoce como un término medio obtiene un razonamiento deductivo. Los que alguna vez tuvieron la ocasión de tener la Filosofía como asignatura en el bachillerato les sonara. Para no aburrir al personal con sus elementos, sus estructuras, sus figuras...pasaré  a citar algunos ejemplos.

“Todos l@s ciudadan@s somos iguales ante la Ley”.
“Cristina de Borbón es una ciudadana”.
“Cristina de Borbón es igual ante la Ley”.

No se si con este ejemplo ha quedado claro de que va esto de la lógica aristotélica.

Aristóteles hubiese tenido, en ejemplos como el anterior que aplicar alguna que otra variable en sus Juicios, en sus deducciones, dado el hecho de que el resultado obtenido se sale de toda lógica, aristotélica claro.
El ejemplo anterior es denominado como Juicio Universal Afirmativo.

Aristóteles también consideró los que denominó como silogismos erróneos. Así:

“Todos los españoles tienen derecho a una vivienda digna”.
“Juan es español”.
“Juan tiene una vivienda digna”.

Pero resulta que a Juan lo desahuciaron y se vio en la calle hace unos meses. El silogismo es erróneo porque Juan SÍ  es español, pero NO tiene vivienda. Lo que debería ser un categórico, se convierte en un razonamiento ilógico y/o erróneo.

Podríamos encontrar en el articulado de nuestra Constitución algún que otro silogismo que podríamos encuadrar dentro de los erróneos.

Si echamos mano de la Historia, podríamos razonar con ejemplos como:

“Es fascismo es una doctrina que atenta contra los derechos humanos”.
“Fulanito es fascista”.
“Fulanito atenta contra los derechos humanos”.

Es probable que, llegados a este ejemplo, algunos lectores se animen a crear sus propios silogismos. Bueno, si han sido capaces de llegar a leer hasta esta parte del artículo de esta semana. Qué tengo que reconocer que puede estar resultando un verdadero tostón.

Como estamos metidos en plenos carnavales, podríamos enunciar:

“A la dictadura no le gustaba el Carnaval”.
“A Menganito no le gusta el Carnaval”.
“A Fulanito le va la Dictadura”.

Otro silogismo erróneo. Igual que ocurre con los toros, el fútbol, las sevillanas....

Existen también los razonamientos hipotéticos. Según Aristóteles, por supuesto.

“Si comentas un artículo es porque los has leído”.
“Cómo lo has comentado”.
“Es posible que lo hayas leído”.

Hipótesis.

Y, para ir acabando, no puedo pasar por alto los razonamientos disyuntivos.

“Se puede mirar a la derecha o a la izquierda”.
“Miro para la izquierda”.
“Luego, no estoy mirando para la derecha”.
Salud.