Esta asociación tenía prevista hacer una exposición de la obra de este pintor poco conocido, que esquivaba cualquier tipo de reconocimiento

La asociación "La Base Natural y Cultural de Rota" ha hecho público el fallecimiento de Juan Marcos García de Quirós, conocido como Juan de "la Anica",  considerado por esta entidad como un artista desconocido en la localidad.

Con un comunicado, han querido transmitir a su familia y amigos  las condolencias, además de hacer un reconocimiento de su obra, "como  probablemente el mejor pintor de Rota".

Según la asociación, él mismo explicó hace unos meses su parentesco con Azuquita y cómo le quedó el apodo de su abuela. Contó también en una entrevista su relación con Tosar Granados,  a quien conoció cuando era muy joven, e hizo una relación en la que se puede considerar que su propia vida, era un reflejo de la  historia contemporánea de Rota.  

Juan de "la Anica" se marchó a Alemania para trabajar y desde allí luchó por mantener el contacto con Rota, a quien pintaba en su recuerdo. Su pasión por el arte y la pintura y su amor por la localidad, dicen desde la asociación que lo homenajea,  le llevó a sufrir cuando veía cómo el pueblo se iba transformando, tanto los paisajes como sus rincones o sus calles,

El pintor explicaba que  entonces Rota tenía muchos paisajes que pintar. Desde su casa, se podía ver el Chorrillo y decía que unos bloques de pisos le había  dejado en una segunda fila y se quejaba de que el paisaje tan bonito entonces, hubiera ido transformándose, desapareciendo las estampas e imágenes que tanto había pintado.  Contaba  que en los años de juventud, con un caballete hecho por él mismo con cañas y con una canasta con los óleos, se iba a la playa o a las dunas a pintar, y así aparece en la foto que ilustra este texto, con su sombrero, frente al mar de Rota, pintando un cuadro del que nunca se desprendió.

Con esa pasión por todo lo roteño, vivió la  llegada de los americanos, quienes le encargaron decorar con unas pinturas murales unas instalaciones en la base militar. Afirmaba el pintor, que muchos americanos le encargaban vistas de Rota para llevárselas de recuerdo y que a veces, la dejaban encargaban y se iban, para recogerlas luego cuando volvían.

Sus obras se encuentran además de en  Rota, en Grecia, en América y sobre todo en Alemania. Allí precisamente, trabajó gran parte de su vida y dejó una infinidad de paisajes y bodegones, muchos de ellos por encargo. Visitaba  los grandes museos europeos, fijándose en las fórmulas y la plástica de los maestros.  Le llamaban “el pequeño Van Gogh”, y reconoció que su pasión por el arte le había llevado a aprovechar cada día que tenía libre para visitar los grandes museos y conocer a los grandes maestros de la Historia del Arte.

Cuando se recorre su casa, donde guardan algunas obras de las que no ha querido desprenderse, se puede ver el Arco de Regla,  la playa del Chorrillo o los pinos de la base militar.

Para "La Base Natural y Cultural de Rota", Juan de "la Anica" será el pintor que percibió el gran cambio, la gran transformación del paisaje roteño.  "Su pintura es un viaje desde el realismo, al impresionismo, pasando por el surrealismo, el cubismo". El artista tenía pensado  terminar unos cuadros que había en su estudio, pero desgraciadamente, la obscuridad se había  instalado en su mirada.