CIENCIA A LA ROTEÑA

El pasado domingo y mientras charlábamos a la orilla del mar, un viejo y buen conocido que evidentemente se había leído la anterior entrega "¿Por qué los ciclistas se depilan las piernas?", me lo espetó sin más.
Quería saber acerca del contenido de esta sección, a qué público iba dirigida y cuál era mi intención al escribirla cada semana. Ya, ya, lo sé. No es que sea muy frecuente, pero estas cosas a veces pasan.

En cualquier caso estarán conmigo que la situación que les describo personifica a determinada personalidad que todos conocemos y bien ejemplifica el significado de aquello de “no dar puntada sin hilo”. Lo que bien visto está bien.

Bueno en mi caso mejor que bien, ya que dicha charla no sólo me ha dado casi hecho el artículo sino hasta su título, "Ciencia a la roteña". Una expresión cuyo significado, según como se lea, ofrece pocas dudas al respecto.
En esencia, se trata de un intento periodístico más de comunicar ciencia en general, desde un punto de vista particular y una localidad concreta. Aparte queda la obviedad del guiño sintáctico-culinario, como gancho hacia el lector. Ya saben hay mucha competencia y buena.

Sobre el contenido

Una comunicación les decía, en la que trataremos aquellos aspectos más asequibles, humanos y familiares de la ciencia.
Su influencia en la Sociedad, la dependencia que tiene de la Educación, su relación con la Tecnología y también, esa maravillosa capacidad que posee para hacernos comprender qué hay de verdad, en ese “cajón de sastre” que atiende al nombre “Lo paranormal”.

Para que se hagan una idea “a la roteña”, les apunto algunos de los temas que podremos tratar:

- ¿Qué fue antes el huevo o la gallina?
- Sábana Santa, ¿reliquia o icono?
- ¿Hay que beber dos litros (2 L) de agua al día?
- ¿Son un peligro para la salud las radiaciones electromagnéticas de las antenas?
- ¿Cuántas horas de digestión hay que guardar antes de bañarnos?
- ¿Tuvieron ombligo Eva y Adán?
- Homeopatía, acupuntura, urinoterapia y otras falacias pseudocientíficas, ¿de verdad curan o son un timo médico y un negocio fraudulento?

Como han podido leer no falta tela que cortar y flecos sueltos que hilvanar, lo digo por lo de la puntada sin hilo. Otro asunto bien diferente es dónde y cómo aprendemos a cortar e hilvanar. Pero en definitiva, lo importante es que no vamos a hablar “de” ciencia, sino “sobre” ciencia.

Para que se hagan una idea

Llegado a este punto me viene a la memoria el simpático libro de A. Bloch, La ley de Murphy, en el que se citan, entre otras, la “Guía para las ciencias experimentales” de un tal Handy. Una especie de prontuario según el cual:

1.- Si es verde o se retuerce, es Biología.
2.- Si apesta, es Química.
3.- Si no funciona, es Física.
4.- Si es incomprensible, es Matemáticas.
5.- Si no tiene sentido, es Economía o Filosofía.

Bueno, pues la idea de esta ciencia a la roteña no es otra que la de elevar algo, el nivel académico del divertido prontuario científico. Y para ello, espero su colaboración que podrán hacer efectiva utilizando una doble vía:

a) Mediante el correo electrónico [email protected] para dejar sus comentarios, quejas, sugerencias, dudas, preguntas, etcétera.
b) O bien entrando en el blog enroquedeciencia.es, donde podrán ampliar información textual, gráfica y audiovisual, sobre los temas que vayamos tratando.

FUENTE: Enroque de ciencia