MANUELA CARMENA

Hoy me apetece opinar de Manuela Carmena Castrillo. Seguro que la mayoría de los seguidores de esta columna de opinión semanal han oído hablar de ella. Desde los lectores de la derecha más rancia (en su significado más “grasiento” y “pestilente”), hasta los más moderados y centrados e, incluso, los lectores más neutrales, ya digo, todos han oído su nombre en alguna ocasión.

Así que todos sabemos que Manuela Carmena es la actual alcaldesa de Madrid. También serán conocedores de que el PP madrileño está que trina  en la oposición. Lo cual es normal. Lo de trinar, digo. En la oposición se está para trinar. Bueno, tampoco es que trinar sea contemplada como una acción de normalidad. Pero vaya, que después de tantos años gobernando es normal que  estén enfadados y muestren signos de impaciencia y enojo, que es una de las acepciones del verbo trinar. Porque el significado de trinar aplicado a la Política es ese. Ningún político, cuando trina, emite “trinos” como los pájaros.

Si indagamos en su trayectoria vital descubriremos que fue cofundadora del despacho de abogados laboralistas donde se produjo la matanza de Atocha en 1977.
Como juez luchó contra “las corruptelas” existentes en los Juzgados y en 1986 recibió el Premio Nacional de los Derechos Humanos. Ha sido vocal en el Consejo General del Poder Judicial y fue una de las fundadoras de la asociación progresista “Jueces para la Democracia”.

Esta narración es demasiado esquemática, está hecha a grandes rasgos, pero nos acerca a la figura de su persona. Se jubiló de la judicatura hace seis años.

Hace un año que preside la alcaldía de la capital de este país nuestro. Durante estos meses no habrán oído en los medios de comunicación nada positivo de la gestión llevada a cabo por su equipo. En un  país donde el espíritu crítico se traduce, en la mayoría de los casos, en la lectura del titular de la noticia, es complicado hacer llegar la gestión del actual equipo de gobierno de Madrid.

Por ejemplo, en los medios de comunicación no oirán que el Ayuntamiento de Madrid, presidido por Manuela Carmena, ha rebajado su deuda en más de trescientos millones de euros. En cambio si habrán oído ese mensaje distorsionado y embustero de que “ahuyenta” a los inversores, o que ha eliminado la simbología fascista de las calles de Madrid (este último es verdadero, de lo cual me alegro), por poner sólo dos ejemplos de “trinos” por parte de los del PP madrileño. Si algunos hicieran el esfuerzo de profundizar en los contenidos de los mensajes que lanzan “los trinadores”, se sorprenderían de lo que podrían encontrar.

Manuela Carmena se identifica como agnóstica, pero reconoce que “le gusta mucho el Papa”. Posiblemente a Su Santidad también le agrade Manuela Carmena. Porque estoy convencido de que el Papa Francisco se siente más identificado con gente como Manuela Carmena que con personajes de la aristocracia.

Su trayectoria profesional le avala, su compromiso con la sociedad es manifiesto, su manera de gestionar es palpable... Manuela Carmena, Alcaldesa (republicana) de la capital del Reino.
Salud.