Gabriel Oliva Navas
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¿CORRER PERJUDICA SERIAMENTE LA SALUD DE USTED Y LA DE SU ALREDEDOR?
Como si se tratase del mensaje impreso en las cajetillas de tabaco, nos ha sobrevenido, tras acontecimientos indeseados y de manera fulminante, un mensaje que ha hecho temblar los cimientos de una moda que se había instalado con la pleitesía de la sociedad moderna en un intento de abrazarse a la salud como estilo de vida: el RUNNING. Y es que el fatídico y correlativo fallecimiento de cuatro runners amateurs realizando una maratón (más de 42 kilómetros corriendo o haciendo el intento) ha provocado la reflexión generalizada entre las masas y un debate más profundo entre las élites del conocimiento de la actividad física y su participación en la propia salud humana. Parece que la moda de correr, como tantas, ha pasado de ser la panacea a algo peligroso. Ni una cosa ni la otra, diría.
Estudios recientes como el del Hospital Frederiksberg de Copenhague recomienda no correr más de 3 veces a la semana y, además, a un ritmo no superior a los 8 kilómetros por hora. Insisten además que practicar la carrera más de 4 horas a la semana también puede ser peligroso para la salud. Estudio publicado por el Colegio Americano de Cardiología, por lo que toma un rigor poco sospechoso en cuanto y tanto aparecen en la misma frase Americano y Cardiología (como si en España teniendo a los mejores atletas del mundo y por su puesto a los mejores cardiólogos nos hiciera falta importar opiniones para corroborar las nuestras, seguimos acomplejados…). Parece ser que en dicha investigación se llegó a la conclusión, a grosso modo, que correr más de 4 horas a la semana es igual, a nivel de mortalidad y de daños estructurales en el corazón y arterias, que fumarte cuatro cigarros en el sofá de tu casa viendo Sálvame (nótese la ironía).
Puesto a dar credibilidad y respetar en genuflexión su base científica, no seré tan osado en contradecir a Dinamarca y América a la vez, podemos afirmar que antropológicamente el ser humano, ciertamente, no está concebido para correr largas distancias, ni para nadar, ni montar en bicicleta y mucho menos volar. En realidad somos una especie bastante limitada. En efecto, en nuestros orígenes, las marchas eran habituales al ser una especie eminentemente nómada, y dejábamos las pequeñas carreras para la caza. Por tanto fisiológicamente nuestro cuerpo no está adaptado a la carrera durante mucho tiempo y distancia. Dicho esto, démosle un pequeño resquicio a la evolución del ser humano y cómo la carrera desde hace siglos forma parte de nuestro habitual patrón genético.
¿Entonces, el único hobby que has encontrado y que por fin te hace sentir mejor, te libera de estrés y ansiedad, baja los niveles de cortisol, mejora tu sistema cardiovascular, tonifica tu musculatura esquelética y además regenera dichos músculos, mejora la densidad ósea y ¡hasta previene el cáncer!... no sirve para nada? Además, te recuerdo, que te acabas de gastar 300 euros en medias compresivas, mallas y camiseta de runner pro y zapatillas con un Drop que ni Gómez Noya (cinco veces campeón del mundo de triatlón), sin obviar tus habituales sesiones con tu fisio y tu consulta previa con la podóloga que te acaba de comentar que eres pronador y no supinador (lo cual era una duda que te había asolado desde tu infancia). En definitiva, ¿se acabó? ¿Vuelvo al sofá? ¿Otra vez Yoga? ¿De nuevo paseos al amanecer? ¡Si ya por fin corría a 5 minutos el kilómetro!
Buen, como decía ni una cosa ni la otra. Como en todo, en el equilibrio está la sabiduría y sobre todo es fundamental filtrar la información y ponerla a tu servicio evitando que coaccione tus ganas de hacer algo que te active, te motive y te haga sentir mejor en la cotidianidad de tu vida. Tranquilo: CORRER NO ES MALO, CORRER INADECUADAMENTE SÍ LO ES.
Para animarnos (o más bien no), unas 35.000 personas al año fallecen de muerte súbita en España (alrededor del 90% por fallos cardíacos) y hay estudios publicados que son más de 20 millones de españoles los que practican algún tipo de deporte, el running entre ellos. Por tanto, dos más dos son cuatro y no hay que ser de Dinamarca ni americano para deducir que el porcentaje de muerte practicando deporte es ínfimo en relación con no hacerlo. Es como decir después de un accidente aéreo donde mueren más de 100 personas que volar es peligroso. Lo es, sin duda, pero lo es más, conducir o montar en bicicleta. Estadísticamente, el avión es el medio de transporte más seguro. Por tanto, aprovecharse de estos cuatro fallecimientos casi simultáneos para lapidar el running, suena al menos ventajista, desproporcionado y desafortunado en una sociedad, la española, donde la obesidad infantil ocupa el tercer lugar en Europa. Eso sí, vuelvo a insistir, hay que saber cómo hacerlo y cuándo hacerlo.
Antes de iniciarte en el mundo del running, deberías conocer tu cuerpo y sus limitaciones; esto se traduce en tomar todas las medidas preventivas posibles. Entre ellas: prueba de esfuerzo con un médico especialista y deportivo (no con el de cabecera que puede interpretar los datos como una gripe común), no soy partidario de hacerse un electrocardiograma únicamente como medida que descarte posibles patologías, lo ideal es un ecocardiograma con un cardiólogo, revisión global y análisis de sangre y chequeo de tus articulaciones que van a sufrir numerosos microimpactos. Todo esto y más. Y además, con la certeza que nada de esto te va a asegurar de alejarte de un problema de los anteriormente indicados; como me dijo mi médico especialista y deportivo: nada te asegura al 100% pero la posibilidad la reduciremos bastante… y ya eso es un logro.
Una vez conocida tus limitaciones o si estás más sano que una manzana, llega la segunda parte. La que se obvia sistemáticamente y a la que menos importancia le damos. Pensamos: estoy sano, la semana que viene me hago la maratón. Igual que te has puesto en manos de especialistas para prevenir te debes poner en manos de otros para procurar, capaces de prescribir el ejercicio adecuado adaptando un plan de entrenamientos a tus necesidades y objetivos. ¡Nada de copiar entrenamientos de atletas de élites en Google! Esos entrenamientos están personalizados, y tú evidentemente no eres como ellos ni ellos como tú. Si te quieres preparar una prueba exigente, hazlo, conoce sus consecuencias y ponte en manos de profesionales. Será la mejor inversión económica que realices, incluso mejor que la que hiciste en la adquisición de tus espléndidas zapatillas minimalistas de 250 euros. Corre, pero con cabeza, escucha a tu cuerpo, vigila tu frecuencia cardíaca (un pulsómetro es una buena herramienta) y no pretendas ser Noya, ese es único al igual que tú. Hazlo a tu manera y busca asesoramiento profesional en tus entrenos. Y ahora sí podrás asumir los riesgos, si los hay, pero conociéndolos y minimizándolos.
Como en las cajetillas de tabaco: FUMAR MATA. Lo sabemos pero permítame un cigarrito después de la comida. Es mi elección.
CORRER (INADECUADAMENTE) ES PELIGROSO. LO SABEMOS (AHORA SÍ) PERO PERMÍTAME HACER LA MARATÓN. ES MI ELECCIÓN Y ESTOY PREPARADO.












Galeri | Viernes, 27 de Mayo de 2016 a las 23:35:15 horas
Buen articulo!!! no soy corredor pero si que algo nado y pienso que lo mejor es competir con tus propias marcas...me lo aplico . GENIAL GABRI .
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