La noche más potente de Carnaval en Rota, la que más público saca a la calle, no fue de las mejores ya que por un lado, el tiempo no acompañó, y por otro, una avería en la red de suministro eléctrico de Endesa dejó a oscuras a una buena parte de la localidad. De hecho, casi seis horas estuvieron algunas zonas sin electricidad lo que generó, principalmente en los bares y restaurantes, numerosas pérdidas por no poder dar el servicio que buscaban los clientes.

Desde las siete de la tarde aproximadamente hasta la una de la madrugada que no se restituyó el servicio con normalidad para todos, fueron horas de agobio para los hosteleros que veían cómo se escapaba una de las mejores y más ambientadas noches del invierno. La luz iba y venía con lo que trabajar así fue indignante para muchos.

Pese a la oscuridad en zonas que ayer se encontraban tan concurridas como la Costilla o la parte del casco histórico, según la Policía Local, no hubo ninguna incidencia a destacar y la normalidad imperó a excepción de las quejas propias por la situación que se vivía en bares y hoteles y un par de caídas que tampoco se pueden achacar directamente a que fueran porque no hubiera luz.

Aunque en un principio Endesa informó que la avería se repararía en breve, sobre las 21.00 horas, ese plazo se fue alargando al encontrar incidencias en cuatro puntos diferentes de la red de suministro. Mientras tanto, los cientos de ciudadanos que anoche salieron a la calle para lucir disfraz y pasarlo bien, intentaban que nadie les aguara la fiesta, algo difícil con la amenaza de lluvia más que presente y el apagón que impedía que la música sonara por los bares.  Uno de los colectivos más perjudicados fueron los jóvenes que se quedaron con las ganas de disfrutar de su Fiesta Joven con música DJ en directo en plaza de España ya que el Ayuntamiento de Rota prefirió no correr riesgos y antes el apagón y las idas y venidas de luz no puso en peligro los aparatos electrónicos necesarios para que el sonido inundara esta plaza llena de chavales.

En definitiva, una noche de Carnaval bastante accidentada que no impidió que muchos ciudadanos lo pasaran bien aunque otros, sobre todos los que iban con niños pequeños, apostaron por irse más temprano a casa. Peor balance hacen aquellos a los que les tocaba trabajar y  principalmente los bares de la zona de mayor público y restaurantes muchos de los cuales, con motivo del día de San Valentín también tenían reservas para parejas de enamorados que sufrieron el apagón.