CARA Y CRUZ



    
Lorenzo Sánchez se ha despedido como Alcalde. No se sabe si es un hasta luego o un adiós con todas las de la Ley. En su gestión ha habido un debe y un haber, actuaciones positivas y negativas, cosas buenas y algunas no tan buenas,…como todo y como siempre. Según como se analice, según con el cristal con que se mire, la balanza se inclinara para un lado o para el otro. No diré la Historia lo juzgará porque existen muchas versiones de la Historia, según quién la cuente y quién la escriba, por lo que desconfío de lo que se puede denominar objetividad de la Historia. Ya ven como será esto que, acabada la guerra civil española, los fascistas se dedicaron a perseguir y condenar a los seguidores de la República acusándolos de traidores a la patria, cuando los que en realidad se sublevaron contra el legítimo gobierno de la República fueron ellos. Pero no nos desviemos del tema que nos ocupa hoy.

En mi opinión ha habido dos versiones de Lorenzo Sánchez que se corresponden con las dos legislaturas en que ha ostentado el cargo de Alcalde.
En la primera, nos encontramos a un Lorenzo Sánchez que, siendo consciente que había entrado “por la puerta de atrás”, esto es, no habiendo sido elegido mayoritaria y democráticamente por el pueblo, gobernó de manera, yo diría, que ejemplar, para convencer a toda la ciudadanía roteña que podía ser un buen Alcalde, pese a haber sido el menos votado.
Esta actuación y el poco tacto que el PSOE tuvo durante los cuatro años para admitir el pacto de gobierno de populares e independientes le hizo ganar, esta vez de forma más que holgada, las elecciones.
Pero en esta segunda legislatura se produce un cambio en su persona directamente proporcional al apoyo electoral recibido. Poco a poco empieza a sentirse poderoso, no en vano es el Alcalde más votado en la localidad durante toda la Historia democrática, como él mismo recordaba.
Un acontecimiento viene a reflejar la cara y la cruz de esta moneda y es la relación mantenida con la policía local.

En sus primeros cuatro años asume las reivindicaciones de la policía local. Consigue una paz social, algo que se había enquistado durante el último periodo de Domingo Sánchez Rizo como Alcalde. Negocia con los sindicatos de los funcionarios un convenio colectivo a largo plazo que le permite mantener “contento” al personal.
En la presente legislatura se produce en torno a la policía local un giro de trescientos sesenta grados. De entrada divide al personal con ascensos promovidos vía decreto. La policía local que siempre había proyectado una imagen de unidad ante la opinión pública se divide con las decisiones arbitrarias del “gran jefe”.

Lo último, por actual, que ha llegado a mis oídos es que se pretende “transformar” la Banda Municipal de música en una especie de asociación. Si se alude a problemas económicos por la situación coyuntural que la crisis está produciendo en las arcas municipales, había que regresar al tema de los ascensos por decreto del personal de la policía local, cuya repercusión más inmediata es la subida del sueldo de los ascendidos, porque supongo que la nómina de un subinspector será mayor que la de un simple agente. Es decir, por un lado se quiere disminuir gastos y por otro se generan más gastos. La Banda Municipal de Música ha sido el referente cultural de nuestro pueblo desde hace muchos años, cuando aún no existía el Auditorio, que lleva unos años en funcionamiento, ni existían el Orfeón, otro gran referente cultural de nuestra Villa, ni siquiera la Fundación. Siempre sufre la Cultura los recortes presupuestarios de forma indiscriminada.

Otro acontecimiento que separa los dos mandatos del ex Alcalde viene producido por la situación de crisis económica.
Recuerdo el día de la inmersión del primer módulo de arrecifes artificiales en nuestras costas, acontecimiento que viví en “primera fila” por el hecho de estar entonces trabajando en la Cooperativa de Pescadores. El Ayuntamiento organizó para la ocasión un verdadero banquete que causó admiración por parte de todos los foráneos invitados. Al menos, así me lo trasmitieron en las conversaciones mantenidas. Esto supone sólo un ejemplo de los muchos que se dieron en estos años.

De repente, la crisis sorprende a todos y las arcas de los Ayuntamientos se vacían en relación directamente proporcional a la disminución de los ingresos. Y aquí, en nuestra localidad entramos en una serie de decisiones antagónicas en cuánto a la distribución de los recursos. Así, se recortan las subvenciones a las asociaciones y, por otro lado, se aprueba por parte del equipo de gobierno la disolución de la Entidad Urbanística de Costa Ballena (EUC) prometiendo a los trabajadores de ésta su continuidad a través de las empresas municipales. Esto supone más gastos con los mismos ingresos.
Se recortan gastos sociales y se aumenta el gasto en publicidad institucional.
El ejemplo al que anteriormente hacia referencia, el del intento de “privatizar” la Banda Municipal de Música. Los gastos que acarrea el mantenimiento de la Banda de Música durante un año se sufragan con casi la cuantía del importe de la cena en honor de las damas durante las Fiestas del Rosario. Y eso que la mitad del aforo a dicha cena paga de su bolsillo el cubierto.

La cara y la cruz de una moneda en la que, al menos, no reza la leyenda “por la gracia de Dios”.
Salud.

 
                                                                                                              
                                                                                                                           Antonio Franco García