ADIÓS 2015, HOLA 2016

Se ha convertido ya en una costumbre, casi en una obligación, cuando el calendario ha llegado a su última página, hacer un balance de lo acontecido en los últimos trescientos sesenta y cinco días. Como es razonable, cada cual lo cuenta según le ha ido. Políticamente hablando, “como diría aquel”, y desde el plano de lo local, lo más destacado ha sido el cambio de gobierno. El balance, en este sentido, no debería formar parte de un artículo de opinión. En todo caso, de una rueda o nota de prensa. De ahí que no entre en ello.

De todas formas, como también es razonablemente democrático, cada cual lo hará según “el color del cristal con el que miren” o “el color de su ideología política” que viene a ser lo mismo.

Forma parte de otra costumbre, de las buenas y educadas costumbres, desear Felices Fiestas y Feliz Año Nuevo, a nuestros seres queridos, a familiares, a vecinos y a todas aquellas personas que, de alguna u otra manera, forman parte de nuestro entorno diario. De esta forma, aprovecho la ocasión, y fiel a la costumbre, para desear un feliz  2016 a todos los lectores que me siguen cada semana. También a los que hacen de sus críticas dardos punzantes. En especial a estos, porque “si solo felicitamos a nuestros amigos, ¿qué mérito tenemos?”, extrapolando el versículo 46 del artículo 5 del Evangelio de San Mateo.

En un balance muy general, de pasada, podríamos destacar que en los últimos días del año la noticia más llamativa, además del resultado de las elecciones Generales del 20 de diciembre, ha sido la retirada de la condición de doctor Honoris  Causa al ex vicepresidente del Gobierno y ex presidente de Bankia, Rodrigo Rato. Persona, como diría “uno del centro” que, por sus palabras, por su don de gente, por su bien hablar e incluso por su sabiduría dejaba boquiabiertos a los que se encontraban frente a él. Considerado todo un personaje, y no un “personajillo”, que, a lo que parece, ante tan alarde de epítetos “se le fue la mano”.

Se ha ido 2015 y el bisiesto año 2016 se ha introducido en nuestras vidas. Atrás quedaron sonrisas y lágrimas, malos y buenos momentos, angustias y felicidades, decepciones y entusiasmos... El año nuevo volverá a repartir los momentos que vivamos en los dos sentidos. ¡Ojalá las sonrisas, los buenos momentos, los ratos felices y los entusiasmos venzan a las lágrimas, a los momentos malos, a las angustias y a las decepciones!

Conforme voy cumpliendo años me doy cuenta que el patrimonio más importante que se puede poseer es tener salud. Como expresó en alguna ocasión José Mújica, ex presidente de Uruguay, “tenemos una eternidad para no ser y un minuto para vivir. Queremos consumir, comprarlo todo, pero no podemos ir a la tienda a comprar un poco más de tiempo”. Salud para todos el próximo año.