Los alumnos de 4º de ESO, 2º de Bachillerato y 1º de FPB, disfrutaron la pasada semana de un encuentro literario con el escritor Fernando Iwasaki, autor de obras como "El libro de mal amor”, “Neguijón”, “España, aparta de mí estos premios” o “Ajuar funerario”.

Se trata de una actividad enmarcada dentro del programa del Ministerio de Educación “Encuentros Literarios con Autores” con el que se pretende acercar a los jóvenes a los autores de la literatura actual para que compartan con ellos directamente inquietudes y pasiones por las letras.

Presentado por el director del centro, Antonio Rodríguez, el autor hizo un recorrido sobre la importancia de la lectura y de la literatura en su vida para transmitir al alumnado su pasión por los libros desde temprana edad.
Fernando Iwasaki expuso la idea de que la juventud actual posee una capacidad imaginativa sobresaliente gracias al ingente material audiovisual de que dispone, animando a los estudiantes, a través de ejemplos cotidianos, a ser conscientes de la riqueza del lenguaje en la comprensión del mundo; a que se valore la importancia de la literatura en todo lo que nos rodea; así como a darse cuenta de la gran capacidad de soñar que los medios de comunicación actuales proporcionan.

La lectura de fragmentos de “Rayuela” de Cortázar o la explicación del poema “La moneda de hierro” de Borges, fueron utilizados por Iwasaki como ejemplos de las distintas emociones que la literatura puede hacer sentir para trasladar el mensaje de que los libros ofrecen una realidad paralela que ayuda a pensar, a conmover y/o a divertir con tan sólo acercarse a sus páginas.

Tras la exposición del autor, los alumnos estuvieron participativos preguntando  aspectos concretos sobre la obra “El libro de mal amor”, que habían leído durante este inicio de curso, así como otras cuestiones sobre su labor de escritor.

La idea con este tipo de actividades que se dan dentro de la jornada lectiva es conseguir acercar a los jóvenes a los entresijos de la literatura fomentando así la lectura. Fernando Iwasaki aprovechó para firmar ejemplares de algunas de sus obras a aquellos profesores y alumnos que quisieron.