CARTA A MI AMIGO MANOLO CARMONA

Recién empezada la legislatura del año 2011, apareciste por la sede de Izquierda Unida interesándote para formar parte de la militancia de nuestra formación. Desde el principio demostraste el compromiso por políticas que defiendan a las personas. Tenías, y tienes, las ideas claras. No me cabe la menor duda. Eres impulsivo, pero leal. La lealtad a los principios que defiendes te hacen ser impetuoso a  veces. Pero tu vehemencia es noble. Criticas situaciones políticas, no personas. Hasta los que te tachan de arrogante, te mencionan como un amigo. Curiosa paradoja, considerar amigo a alguien y propagar públicamente toda una serie de  descalificativos, no es algo que hagan los amigos de uno. Pero en fin.

Los que, de una u otra forma, se relacionan contigo, enseguida descubre tus valores. Añado que no son pocos. Alguien cuya vocación es educar a colectivos marginados, jóvenes socialmente desestabilizados y participar activamente en programas como “Proyecto Hombre”, tiene que ser una buena persona. Y tú, amigo Manolo, lo eres. Es tu vocación, por eso es también tu profesión.

En el poco tiempo que llevamos los dos al frente de la delegación de Participación Ciudadana, todas aquellas personas pertenecientes a distintas asociaciones de nuestra localidad, han descubierto la entrega que pones en cada acción y la ayuda que prestas  desinteresadamente en el momento en que tratan contigo.

Como compañero en la ideología eres auténtico. Como orientador educacional eres excepcional.  Como amigo, leal. Como padre, el mejor. Eso opinan, al menos, tus hijos. Hasta el pequeño Iván está en ese punto de acuerdo con sus hermanos Manuel y Héctor.

Pero, amigo mío, desde que empezaste a ser un personaje público, por mor de tu pertenencia e implicación directa en Izquierda Unida, empiezan a “salirte” enemigos. Más aún, si esa implicación va acompañada de un empleo como personal eventual dentro del equipo de gobierno local. Hemos hablado de este tema en más de una ocasión. Las críticas son situaciones inevitables. Hasta aquellas que se hacen desde el cobarde anonimato. Fíjate en las que dirigen a mi persona. Algunas son hasta graciosas, aunque el anónimo que las publica pueda ser una persona que sufra el síndrome de Gollun.

Si como “vino joven” ya eres bueno, con los años, sin duda mejorarás y llegarás a ser “un buen caldo”. No todo los vinos mejoran con los años. Muchos se avinagran con el tiempo, sobre todo si las botellas que lo contienen se mueven con demasiada asiduidad.

Con tus criticas políticas provocas, a veces, sacar a flote los verdaderos pensamientos guardados de algunos hacía tu persona. Pero tú marcas la línea de tu horizonte y la sigues impertérrito .
La amistad es no es más que la relación afectiva que está asociada a valores como la lealtad, la solidaridad, el amor, la sinceridad, el compromiso...Por eso, he llegado a la conclusión de que somos amigos.
Salud.