LO MALO, LO BUENO, LO PEOR Y LO MEJOR

Lo malo de sentirse invencible es conocer el amargor de la derrota.
Lo malo de sentirse como dios, es despertar un día y sentir que te duele una muela.
Lo malo de sentirse protagonista es que te ignoren y pases al anonimato.
Lo malo de tener la última palabra es que la última palabra la tenga ahora el que a antes se la negabas.
Lo malo de creerse superior es darse cuenta que los demás te han perdido tanto el miedo como el respeto.
Lo malo de hacerse el gracioso es no caer en gracia.
Lo malo de creer que se tiene siempre razón es descubrir que sobran razones para desenmascararte.
Lo malo de “darse golpes de pecho” es que  acabes haciéndote daño en la caja torácica.
Lo malo de presumir  ser el primero es levantarse al día siguiente y descubrir que eres uno más de la banda.
Lo malo de creerte el árbitro del partido es que los jugadores no te tomen en serio y pasen de ti.
Lo malo de encarnar al personaje protagonista de la película es pasar a ser un actor secundario.
Lo malo de subir tan alto es que la caída es más aparatosa.
Lo malo de querer vivir de la Política es cuando dejas de gobernar.

Lo bueno de no haber ganado nunca, ni siquiera a las canicas, es que nunca se saborea el sabor amargo de la derrota.
Lo bueno de sentirse un mortal es que sabes que en cualquier momento te puede doler una muela.
Lo bueno de ser anónimo es que alguna vez te puedes sentir protagonista.
Lo bueno de tener la última palabra es que elijas “Amén”, para decirla.
Lo bueno de sentirse igual que los demás es que siempre te respetan y nunca te han temido.
Lo bueno de caer en gracia es que no hace falta hacerse el gracioso.
Lo bueno de razonar es saber que nadie es el dueño absoluto de la razón.
Lo bueno de no “golpearse el pecho” es que no te haces daño en la susodicha caja torácica.
Lo bueno de ser uno más de más de la banda es que siempre estas en la banda.
Lo bueno  de no  ser el árbitro del partido es que te ahorras los correspondientes y malsonantes insultos del irrespetuoso público.
Lo bueno de ser personaje secundario es que te puedes mover en un mayor número de escenarios.
Lo bueno de discurrir por la planta baja es que no tienes que subir escaleras y evitas caerte por ellas.
Lo bueno de no vivir de la Política es saber que hay vida después de la Política.

Lo peor de todo es creerse IMPRESCINDIBLE

Lo mejor de todo es saberse NECESARIO.

Salud.