Cuentan aquellos que de esto entienden que dentro de unos pocos días, a finales de septiembre, comenzará en la costa gaditana la madre de todas las maniobras. Se alargarán en parte del mes de Octubre y tendrán su colofón en el mes de Noviembre. Nuestro ejército tendrá el honor de participar en los ejercicios militares con el mayor despliegue de tropas desde la Segunda Guerra Mundial. España acogerá tan singular acontecimiento, señal de que los altos mandos de la Alianza Atlántica quieren mostrar su satisfacción por el grado de compromiso de nuestros gobiernos con la defensa de ... ¡Pues no sé de qué!

Hace años, cuando el mundo occidental disfrutaba de haber triunfado por abandono sobre el demonio soviético, nos hicieron creer, y nos lo creímos con razón, que nuestro modelo de sociedad liberal capitalista ya no tenía enemigos a su altura. Por si alguien hubiera dudado de tan evidente conclusión, se encargaron de eliminar cuanto bicho viviente nos trajera recuerdos de tiempos pasados dejándonos sin enemigos. Lo malo es que cuando no existen enemigos es mejor crearlos no sea que la gente, no muy despierta por cierto, se empezara a plantear para qué tan disparatados presupuestos militares, más aún en tiempos tan duros como los que vivimos si no hay objetivos que los justifiquen. Hubo, en cambio, alguien tan denostado como el ex-presidente Zapatero que tuvo la genial idea de reconvertir a las tropas de élite de nuestro ejército para que nutriesen la Unidad Militar de Emergencias; algunos incautos creímos que habría alguien con un mínimo de sensatez para darle un sentido práctico a este tema, pero parece que, como en tantas cosas, la idea no resultó muy exportable. Los ejércitos son para lo que son y para eso estamos en la OTAN.

Llegados aquí nos volvemos a preguntar: ¿defender qué y de quién?

Hoy en día el gran enemigo que, según todas las noticias que nos llegan, son una panda de fanáticos asesinos que tienen en jaque el Creciente Fértil, o también conocido como Oriente Medio, campando a sus anchas con una horda de descerebrados, reclutados incluso entre gente que está entre nosotr´s, a quienes alguien proporcionaron armas y a quienes los maravillosos ejércitos de la OTAN son incapaces de hincarles el diente. Mientras este Ejército Islámico, ISIS, comete las mayores atrocidades contra las personas que tienen la desgracia de encontrarse donde ellos aparecen y contra cualquier ejemplo de cultura y civilización que se encuentren. No está mal recordar que toda esta gentuza no se atrevía a mover una ceja cuando el terrible Sadam Hussein controlaba aquellos lugares, pero ya saben quienes se encargaron de eliminarlo. Pues ahí lo tienen.

Estáis ustedes loquitos por justificar los gastos militares, aquí se les sugieren dos opciones, para evitar sobre todo que salgan pacifistas dando por culo con que hay que suprimir el ejército. Primera: Que el ejército se convierta en una tropa brillante de solucionar problemas, ayudas en caso de catástrofes, colaboración en tareas asistenciales, etc. Segunda: para que sigan usando las armas y no se les oxiden, que acaben con estos ejércitos irregulares de fanáticos que aterrorizan a los pueblos. Será bastante más eficaz y más aceptable que venir a darse una vueltecita por Cádiz para derrochar una indecente cantidad de euros y de paso estropear la poca actividad pesquera que queda por aquí a pueblos que dependen lo poco que tienen de la misma. Los pescadores de Barbate y otras organizaciones sociales ya han puesto en marcha el calendario de movilizaciones; pero, ya saben, nuestro gobierno prioriza un sector destructivo como el ejército a un sector productivo como la pesca. Vamos, que no hay vuelta de hoja.

Otra, si la Vuelta Ciclista fue el timo de la estampita para Rota, no se esperéis nada diferente de las maniobras, en todo caso mayor y más costoso.¡País!

Manuel García Mata