Antonio Franco
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EL ÚLTIMO QUE APAGUE LA LUZ
Se anunciaba hace unos días que ha aumentado el número de cotizantes a la Seguridad Social. Así, leído y escuchado repentinamente, parece una buena noticia. Al menos de ese modo se “ha vendido”, como una gran noticia. Pero me hago una pregunta retórica, es decir que no espero respuesta por parte de nadie, ¿quiere esto decir que “la hucha” de la Seguridad Social ha visto aumentada su recaudación? Porque, si no es así, lo único que se puede deducir es que los empleos que se han creado son, de todas todas, precarios. Si aumentan los cotizantes, esto es, los que han encontrado empleos, y este hecho no se traduce en un mayor ingreso para las arcas de la Seguridad Social, ello quiere decir que la parte de la nómina que deduce para seguros sociales es ínfima. Esto, en lenguaje “gadita” quiere decir que “la noticia es para darnos coba”.
La Ley de Seguridad Ciudadana, bautizada por el Soberano Pueblo como Ley Mordaza, es un paso atrás en los derechos democráticos. Entre otros asuntos, no se puede mostrar públicas críticas contra la Jefatura del Estado. O sea, contra la monarquía. Por lo visto habrá que recurrir a métodos quevedescos para sortear las espinosas alambradas de la susodicha ley. Los autores del Carnaval tienen por delante una ardua tarea para esquivar las lupas de la censura si quieren incluir entre sus letras algunas críticas a la monarquía. Aunque estoy convencido de que lo conseguirán. El gran Francisco de Quevedo ya salió airoso en empresas parecidas. Se cuenta que apostó cierta cantidad de maravedíes con un amigo para demostrar que podía decir abiertamente a la reina que era coja sin que le encerrasen unos meses en el calabozo. Se cuenta que ofreció a la reina un clavel y una rosa utilizando la siguiente artimaña lingüística: “entre el clavel y la rosa, Su Majestad es coja”. Ganó la apuesta. Pues eso. Aunque lo de “las Reales críticas” es casi lo de menos en la aplicación de esta retrograda ley.
Hace unos días, un amigo me proponía que se amontonasen toda la basura recogida en la playa en un sólo día en un punto de nuestro litoral. Me proponía que se fotografiase el montón de basura y que se publicase y circulase por la red, con el fin de concienciar al personal. Podría ser una buena idea. Añadiría otra. Cuando se “pescase” a alguien no recogiendo los excrementos de sus perros mascotas, en lugar de sancionarles con una multa económica, le sumaria una serie de números negativos. Esos puntos irían a una base de datos y la suma de ellos se emplearía a la hora de baremar cuando se presente a cualquier oferta de empleo municipal. Si el guarro infractor/a tiene empleo o está en la edad del “jubileo”, esos puntos negativos acumulados servirían para un incremento en sus impuestos municipales por el perjuicio causado a la ciudadanía.
Las empresas eléctricas tienen asegurada su cuenta de resultados aunque no “consumamos” kilovatios. Sólo con cobrarnos la potencia contratada y el alquiler del equipo se aseguran unos beneficios netos de por vida.
Ea, el último qué apague la luz.
Salud.












Como de Rota/Mongolia. | Viernes, 17 de Julio de 2015 a las 20:47:56 horas
Como de Mongolia, perdone, tomé su nombre, creo entender que me lo regaló, lo usaré a partir de ahora, me gusta, mongol….. bueno si me autoriza. Y al señor Carlos Jesus, perdone, el “como”, no es verbo es adverbio relativo. No nací en Rota, resido desde hace bastantes años, y como de mi trabajo, por ello me siento “como de Rota”.
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