Prácticamente un mes ha tenido que esperar la familia del corralero roteño José para poder dar descanso eterno a su familiar en Rota. Ayer, podían por fin, dar por cerrado un dramático capítulo en sus vidas en el que no sólo han perdido a un ser querido sino que han tenido que esperar 29 días para que su cuerpo llegara a la localidad y poderle dar sepultura.

La repatriación del cuerpo de este hombre que desapareció el pasado 6 de enero mientras faenaba en Los Corrales de Rota, y que fue hallado  en una playa de Asilah (Marruecos) a los 16 días desde que se le viera por última vez con vida, ha tardado demasiado para una familia que ha estado durante semanas a la espera de acabar con esta tragedia. Desde que el 22 de enero lo encontraran en tierras marroquíes hasta que ayer viernes 20 de febrero pudieron dar descanso eterno, han sido días de angustia, llamadas, intentos en vano de acelerar el proceso y en definitiva, de tristeza.

Como ha manifestado en más de una ocasión el portavoz de la familia, creen que las autoridades españolas no han actuado con la celeridad que requería la situación y se quejan de que no se haya tenido en cuenta que lo días de espera por trámites burocrático, prácticamente un mes al que han tenido que sumar dos semanas de angustia hasta que el cuerpo apareció, han sido demasiados para una esposa, hijas, cuñados, hermanos, y amigos en general, que ha sido difícil de soportar.

Desde ayer por fin, el cuerpo de José descansa tras la despedida de sus familiares y con ello, su viuda y familia han podido cerrar un capítulo que no desean para nadie.