Amigos y familiares del corralero desaparecido en aguas de Rota el pasado 6 de enero, así como mariscadores de la zona, siguen a pie de playa esperando tener noticias del paradero de este roteño al que se le vio por última vez hace algo más de 48 horas.  Los equipos de la Guardia Civil, tanto a nivel terrestre, marítimo y por aire, en colaboración con los efectivos de Protección Civil, Cruz Roja, Policía Local y Policía Nacional, continúan desde esta mañana a primera hora la búsqueda de este hombre de 49 años. Han tomado el relevo del grupo de corraleros que anoche sobre las diez, se metían en el agua para peinar la playa del Puntalillo.

La zona de rastreo se ha ampliado. Hasta ayer por la mañana, la búsqueda se centraba en Los Corrales a la altura del Hotel Playa de la Luz por donde se le vio por última vez en torno a las 11.30 horas del día de Reyes, y ayer por la tarde y esta mañana, se ha ampliado al tramo de costa que llega hasta Virgen del Mar además de dar alerta a  Chipiona y Sanlúcar.

Los GEAS (Grupo Especial de Actividades Subacuáticas) de la Guardia Civil, un helicóptero de Salvamento Marítimo que luego ha sido relevado por otro y embarcaciones de Protección Civil se afanan en la búsqueda. Hoy, por un mínimo instante ha habido un rayo de esperanza ya que el helicóptero que rastrea la zona se percató de un bulto bajo el mar, pero finalmente, ha resultado ser el motor de una de las lanchas de los GEAS que ayer quedó atrapado mientras realizaban tareas de rastreo en medio de la rompiente de Los Corrales.

La familia, siempre arropada por vecinos roteños, amigos y familiares, continúa en la carpa que el Ayuntamiento instaló ayer en la playa para que se resguardaran ante estas largas horas de espera.

A las 11.30 horas de hoy jueves 8 de enero se han cumplido 48 horas desde que se vio vivo por última vez a este corralero. La familia desea dar con el paradero de su ser querido y poder acabar con estas largas jornadas de sufrimiento.

La búsqueda que anoche protagonizaron los mariscadores y corraleros amigos de J.C. no fue fructífera pese a las mejores condiciones meteorológicas y de visibilidad, por eso no se descarta la posibilidad de que las corrientes marítimas lo hayan arrastrado a otras zonas algo más lejanas de Los Corrales.