AÑO ELECTORAL

Que la Política necesita de personas que hagan prosperar a sus comunidades, a sus ciudades, a sus  vecinos... más que prosperar ellos mismos, es evidente. Pero tal evidencia se olvida, por parte de muchos, en el momento en que ostentan el poder. Ganar unas elecciones y olvidarse de lo que juraron o prometieron es solo cuestión de tiempo. No para todos, claro. Y es que algunos de estos personajes encarnan los que es considerado por un segmento de nuestra sociedad como prototipo de la modernidad. Esto es, revolucionario a los veinte, burgués a los cuarenta y millonario a los sesenta. Los que así opinan, todo lo que sea no lograr estos objetivos, se consideran así mismos como unos fracasados. Con el transcurrir del tiempo, estos individuos han encontrado en la Política un medio para conseguir sus objetivos económicos. Se han valido de la Democracia para conseguirlo.

El peligro que encierra estas conductas es el de que lo quieran copiar hasta los representantes públicos ubicados en el escalón más cercano al ciudadano. Me refiero, por si no lo han captado, a los alcaldes y concejales (de ambos sexos, por supuesto). Son imitadores en “miniatura” de los grandes corruptos y de los grandes defraudadores. Son escorias. Con corbata, tal vez, pero escorias al fin y al cabo.
Pronto olvidan que ser concejal es un honor, no un empleo. Algunos no lo olvidan porque, sencillamente, nunca lo tuvieron asumido.

Frente a semejante contubernio se encuentran los que realmente creen, piensan y están convencidos que la Política no es un fin del que aprovecharse, sino un medio para mejorar la sociedad, transformándola y creando un verdadero estado de igualdad y de libertad. En definitiva, una verdadera democracia. Porque la democracia es incompatible con los tratos de favor. Es incompatible con la corrupción. Es incompatible con el aprovechamiento personal. La democracia es SERVICIO. Y algo que parece tan sencillo, resulta sumamente complicado de aplicar para muchos. Los imitadores en miniatura se “autocubren” de un halo de superioridad desde el primer momento. Hasta ahora eran Pueblo, venían del Pueblo y, de repente, miran al Pueblo desde una posición superior, desde un  escalón más. Es normal que en ocasiones el subconsciente les juegue malas pasadas y hagan declaraciones públicas poco afortunadas.

Comienza 2015. Año electoral. Hay que soñar con elevar la Cultura del Pueblo. No se trata de “bajarse a la miseria, sino elevar a los miserables al bienestar”. Esa debe ser la labor de la Política y de los políticos. Año electoral.  Comenzará el mercadeo. Ya ha comenzado. Aquellos que se juegan algo más que ganar unas elecciones, esto es, mantener su empleo, serán los más beligerantes y los que “vendan” más mercancía, más promesas. Inventarán ataques contra sus adversarios. El adversario pasará a ser el enemigo. Frente a todo esto, hay que seguir soñando con elevar la Cultura del Pueblo. Como expresó Federico García Lorca, “no sólo de pan vive el hombre. Está bien  que todos los hombres coman, pero que todos los hombres sepan”.

Hay que entender que “la libertad es hija de la igualdad, y la igualdad sólo es posible con la educación”. Algo que algunos intentan, a toda costa,impedir. Comienza 2015. Es de esperar que el año quince del siglo veintiuno marque una tendencia social en la Historia.
Salud.