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Sábado, 11 de Septiembre de 2010

Calle Charco, con Antonio Franco


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HUELGA GENERAL




Hace tan sólo tres años nadie, ningún líder político del espectro de la derecha o del centro izquierda, afirmaba que este país nuestro necesitaba una reforma laboral. Hace tan sólo tres años ningún iluminado dijo nada de que era necesario ampliar la edad de jubilación. Hace tan sólo tres años a nadie se le ocurrió congelar las pensiones, ya que la revalorización de éstas estaba acordada de hace ya algunos años en el denominado Pacto de Toledo. Pero claro, hace tan sólo tres años ningún Gobierno se dio cuenta de lo que se venía encima. La sublime idea del neoliberalismo económico, “dejad a los mercados que ellos se regulan solo”, resultó ser un engañabobos. Empezó a “desaparecer” el dinero y las entidades bancarias pedían auxilio a los Gobiernos. Suplicaban la intervención gubernamental en todos los Estados. Ahora que se encontraban en dificultades, pedían cierto intervencionismo. El hecho es que en Economía, el dinero no desaparece, en todo caso cambia de mano. Ignorar su paradero provoca la crisis económica financiera. No se trata de una crisis alimentaría, al menos en los países del Primer Mundo. Tampoco se trata de una crisis energética, como ha ocurrido en otros momentos, donde los países productores de petróleo marcaban el precio y la oferta.  Y los Gobiernos, como no, intervinieron. Inyectaron grandes cantidades de dinero a los bancos para que estos dispusieran de capital circulante para sus operaciones. Parecía que esta medida sería suficiente para atajar la crisis financiera. Pero no. La falta de liquidez monetaria traía consigo toda una ristra de despropósitos que acabaríamos pagando, que estamos pagando, los ciudadanos. Precisamente los que no nos hemos enriquecido cuando los vientos económicos eran favorables, somos los que tenemos que vernos perjudicados por los efectos de la crisis que estos facinerosos han provocado con sus ansias de ganar mucho más de lo que ya ganaban.

Pero a los que “mueven los hilos de todo este tinglado” no le parecía suficiente la inyección de dinero a la banca. Ahora exigían a los gobiernos medidas para “sanear” la Economía Mundial. A nuestro Gobierno se le exigió un Plan de Ajuste. Ya saben: congelación de las pensiones, bajada del 5% en las nóminas de los empelados públicos, reducción de las Inversiones Públicas,…Todo esto lo ha sufrido la ciudadanía  con resignación y, yo diría, con un profundo sentido patriótico. Porque esto se puede llamar patriotismo y no los que evaden impuestos en paraísos fiscales y en sociedades de inversión, que no son más que unos chorizos con chaqueta y corbata.
Todo está orquestado por “los que mueven los hilos de todo este tinglado”.

Decía hace unos días Mariano Rajoy, líder del Partido Popular, que ellos estaban preparados para asumir el cambio político. Fíjense que dijo cambio político, no cambio económico.  Es normal la expresión porque el Partido Popular también forma parte del “tinglado”.

No conforme con las medidas adoptadas, ahora se aprueba una Reforma Laboral que, punto por punto, es un insulto a la clase trabajadora. Por mucho que las maquillen esta vez no pueden engañarnos. Tenemos que decir BASTA. Algunos se sentirán libres de los efectos de esta Reforma Laboral. Podrán decir que no les afecta porque el sistema de despido, por ejemplo, hace referencia a los nuevos contratados. Pero yo les diría que pensaran en sus hijos. Cuando nuestros jóvenes tengan que acceder al mercado laboral, ¿en qué condiciones lo harán? Sólo un ejemplo, bastante ilustrativo, puede hacernos ver lo que “los del tinglado” han hecho aprobar a nuestros gobernantes: si a un trabajador, con una antigüedad en su empresa de 20 años, le correspondía unos 34 meses en concepto de liquidación, con la Reforma Laboral aprobada sólo le correspondería 12 meses. Si alguien es capaz de admitir que esto no es un paso atrás en los derechos que tanto sudor, lágrimas y vidas han costado, que el día 29 de septiembre no haga HUELGA.

Yo creo que los trabajadores nos jugamos nuestra DIGNIDAD el día 29 de Septiembre. Porque la HUELGA no es contra un partido político, no. La Huelga no es contra el PSOE. No se trata de derrotar al PSOE para que gane el PP. Con nuestra participación en la HUELGA ganamos la clase trabajadora, gana la DEMOCRACIA. Porque será el momento de gritar a “los del tinglado” que no nos pueden quitar nuestros derechos. Derechos que nadie nos ha regalado ni otorgado. “Los del tinglado”, entre otros, son el Banco Central Europeo y el Fondo Monetario Internacional, por si aún les quedaban dudas.

Si la HUELGA la ganan ellos, la perdemos nosotros, vendrán otras medidas. Ya la están dejando caer. ¿No han oído ya lo del copago en la Seguridad Social? ¿No han oído ya que los años para acceder a una pensión tendrán que ser aumentados hasta los veinticinco, en lugar de hasta los quince? Hagan número y comprueben que la mayoría de nuestros jóvenes no van a disponer de una pensión digna en su vejez porque prácticamente no van a disponer del tiempo necesario para trabajar todos esos años una vez acabado sus estudios. Son medidas que tomarán si la clase trabajadora perdemos la huelga del día 29 de Septiembre.
Mediten en las consecuencias de perder “la batalla” de la HUELGA GENERAL.
Salud.



ANTONIO FRANCO GARCIA

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