El escritor gaditano Víctor Maña presentó anoche su tercera novela en Rota, "Crónica de un amor en aquella guerra", ganadora del XVIII Premio Vargas Llosa. Lo hizo en el Castillo de Luna arropado por amigos y familiares además de algunos ciudadanos que quisieron conocer de mano del autor las curiosidades de esta obra que se desarrolla en plena Guerra Civil en la ciudad de Málaga.

El enamoramiento entre dos jóvenes de mundos opuestos, Ginés y Julia, es la principal trama de una obra que recrea la capital malagueña en 1937. La novela transcurre en sólo 6 días y el autor quiso ayer facilitar a los futuros lectores los escenarios por los que pasan los personajes a lo largo de las 368 páginas que tiene el libro. Para ello tiró de fotografías y documentación de la época, la misma que  ha ido encontrando a lo largo de su investigación sobre aquellos convulsos días de guerra.

Víctor Maña estuvo muy bien arropado por sus amigos de colegio y compañeros de piso de estudiantes, el poeta roteño Felipe Benitez Reyes y el profesor de Literatura y autor de varios títulos, José Balsa Cirrito. Ambos aprovecharon el acto de presentación para desempolvar alguna que otra anécdota de sus días juntos en la adolescencia y juventud, de ahí que las intervenciones fueran en un tono bastante distendido.

José Balsa Cirrito, que fue el primero en intervenir,  destacó de esta novela la excelente recreación histórica como escenario en "Crónica de un amor en aquella guerra" ayudando al lector a hacerse una idea muy concreta de cómo se vivía en aquellos días. Los que conocen Málaga tendrán facilidades para ver pasear a los personajes por los escenarios que describe Víctor Maña en sus páginas, y los que no, tendrán a la mano tal cantidad de datos que con mucha naturalidad tampoco tendrán tarea difícil. Es una novela, decía Balsa Cirrito, que pese a hablar de la guerra civil, "no hay buenos ni malos, y eso está bien".

A Felipe Benítez Reyes le tocó ahondar en las vivencias de la juventud destacando que curiosamente en aquellos años en los que compartían piso, ninguno tenía demasiado definida esa vocación de escritor, sin embargo, los tres han acabado publicando libros para sorpresa entre ellos.  Según el poeta y escritor roteño, la Guerra Civil es una fuente inagotable para  novelas aunque es verdad que pocas se centran en ciudades que escapen de Madrid o Barcelona. Esta, de Víctor su amigo, escoge Málaga y aporta otros condicionantes.

Pese a que la guerra destroza cualquier situación, el amor surge en ella por encima de los bandos, las muertes y la situación histórica. Por su amplia documentación y por tener capacidad para entretener, Felipe Benítez Reyes felicitó a su amigo deseándole lo mejor con este nuevo título en la calle.

El autor no habló mucho de la novela en sí, más bien prefirió centrarse en  enseñar cómo era Málaga en los días en torno al 5 de febrero de 1937, cuando comienza la trama que cuenta en "Crónica de un amor en aquella guerra". Hizo hincapié en la perspectiva histórica y política que hay que tener para entender a los personajes pero sobre todo, en cómo se vivió por la gente de verdad, no la de ficción, aquel acontecimiento que cambió el devenir de un pueblo. "Esta es una guerra en la que el enemigo tenía el mismo aspecto que tú" y en base a ello, recordó los dos bandos enfrentados en esta contienda.

Málaga, como otras ciudades y pueblos, pasaba hambre, la gente huía, la ciudad estaba destrozaba por bombardeos, la sociedad estaba fragmentada y en realidad, poco hay de verdad publicado de aquellos días. Sin embargo, esa falta de información que es necesaria para un historiador, es una carencia excepcional para un novelista que puede recrear los escenarios y personajes como quiera aunque en este caso, Víctor Maña aseguraba haber sido bastante escrupuloso.

En su intervención, y tras saltarse buena parte de la proyección de fotografías y párrafos publicados que tenía preparados, el escritor deseó a los lectores que se divirtieran leyéndola. "Creo que es una novela entretenida, con la que se aprende cosas, se vive otra vida porque imaginas cosas de otras épocas. Escribir es vivir otras vidas y yo la he escrito para que vosotros también viváis otra situación", concluía agradecido por la acogida y presencia de público.