LA MANO QUE TE DA DE COMER Y LA QUE TE REGALA UN CABALLO

Es lo que tiene las redes sociales, cualquier afloramiento del subconsciente en forma de mensaje deja al emisor con “el culo al aire”. Conversar con pequeños mensajes a través de tuits viene a ser como hacerlo en una barra virtual de un bar, igualmente virtual. El peligro de comentar con el codo apoyado en la barra de un bar real es que te oigan los cercanos. El peligro de comentar en la barra virtual de un bar, igualmente virtual, es que el mensaje llegue a todos los tuiteros.

Dicen los más viejos del lugar, esos que han hecho de la experiencia vital un verdadero máster, que los borrachos y los niños nunca mienten. La ingesta de alcohol virtual a la hora de enviar un tuit destapa los verdaderos pensamientos. Es lo que se puede concluir una  vez leído el mensaje que circuló la pasada semana y que corrió como la pólvora por los mentideros políticos y sociales de nuestra Villa. Resulta que el concejal del Partido Popular, don Óscar Curtido, contestó a un vecino de la Villa, al parecer molesto por las críticas de este hacia la labor del equipo de gobierno. O algo parecido. Las palabras de don Óscar Curtido fueron: “parece mentira que muerdas la única mano que te ha dado de comer”. El subconsciente del concejal afloró, cual pensamiento vertido en la barra de una bar virtual, para decir lo que en el fondo piensa (no sé si compartido además por otros compañeros de partido o de gobierno, aunque me da que sí), de que “las colocaciones” van dirigidos a ciudadanos “fieles” a su causa. El subconsciente del concejal afloró, cual pensamiento vertido en la barra de un bar virtual, para expresar que el dinero que manejan es público, pero parece que es de ellos, que no es de todos. En realidad, el mensaje que habría que emitir a los políticos que defraudan y prostituyen el noble arte de la Política es el de “parece mentira que engañéis al Pueblo, que con sus impuestos os da de comer”.

Como no tengo intención de tener cuenta de twitter, al menos de momento, este mensaje lo envío en papel de periódico y en formato digital.

Quiero  comentar esta semana también la amistad entre nuestro ex presidente del Gobierno Aznar y el ex presidente libio, Gadafi. Cada uno toma por amigos a quien le viene en gana. Sobre todo, si ese amigo te regala un magnífico ejemplar de pura raza árabe. Una amistad como esa no la puede empañar nada, ni siquiera el régimen dictatorial de ese amigo. ¿Por qué Libia y no Cuba?; le preguntaron a Aznar. Y es que en Cuba, queridos lectores, no hay ejemplares de pura raza árabe. Eso sí, envían médicos a Sierra Leona a cambio de nada.
Lo que más agrada de estos descubrimientos es saber que en el PP no pueden dar lecciones de casi nada.
Salud.