Las fiestas patronales en honor a la Nuestra Señora del Rosario están a punto de celebrarse en la villa y la de ayer domingo fue una jornada clave para los cofrades que esperan su salida en una semana, tras la celebración de actividades y cultos en torno a la que es la patrona y alcaldesa perpetua de Rota.

La imagen del Rosario preside el altar mayor de la parroquia de Nuestra Señora de la O donde permanecerá hasta el 7 de octubre, día de su festividad, y cita anual con los roteños en una salida procesional que pone fin a la que es considerada una de las celebraciones locales más auténticas de la localidad. Su traslado, desde la capilla donde permanece todo el año hasta la parte central de la iglesia, se llevó a cabo ayer domingo tras la misa de las doce del mediodía. Mucho público como siempre acompañó a la patrona en este singular momento en el que la cuadrilla de costaleros guiada por Manuel García y su grupo de capatacía, hacen un buen trabajo y complicado sobre todo en el tramo final cuando el paso debe quedar bien encajado para que la patrona luzca en la zona principal de una de las parroquias más señeras de la villa. 

A los acordes de la banda municipal "Maestro Enrique Galán" que interpretó la marcha  de Francisco Carrasco "Patrona, Señora y Madre" y que contó con la colaboración de una mujer que cantó parte de esta pieza dando un toque diferente, los costaleros fueron acercando el paso de una virgen del Rosario que lucía espléndida, preparada para su salida en unos días. Ante ella, la presidencia compuesta por el hermano mayor de la Hermandad del Rosario, Juan Antonio Díaz Romero, el párroco de la O, Idelfonso González, y la alcaldesa de Rota, Eva Corrales, a los que una vez en el altar se unieron el arcipreste Manuel Jesús Ortiz, el presidente del Consejo Local de Hermandades y Cofradías, Gregorio Sánchez, y el pregonero del Rosario, Enrique Soler Gil, delegado diocesano de Patrimonio de la Diócesis de Asidonia-Jerez.

Y es que tras el traslado de la patrona desde su capilla, el acto previsto para la mañana de ayer domingo, pese a que habitualmente esta cita tiene lugar en viernes por la tarde, continuaba con el LXVII Pregón del Rosario donde el pregonero, sacerdote jerezano, ensalzó el amor al Rosario y la tradición que rodea a esta virgen.

Fue el secretario de la hermandad, José Manuel Bernal, el encargado de presentar a un pregonero licenciado en Historia del Arte y en Estudios Eclesiásticos con larga trayectoria en impartir conferencias sobre Sagradas Escrituras, Arte Sacro y Religiosidad Popular en diversas ciudades de España, así como en Gran Bretaña, Francia, Italia, Turquía, Tierra Santa e Hispanoamérica. Enrique Soler Gil, coordinador diocesano y asesor religioso del equipo encargado de elaborar el inventario de bienes muebles de la Junta de Andalucía, fue descrito como un erudito, amigo de sus amigos y como una persona sencilla con un tremendo amor al Rosario. Por ello, la hermandad lo eligió este año para pregonar a la patrona roteña de la que el sacerdote jerezano destacó su pureza como mujer.

Fue un pregón relativamente más corto de lo habitual, unos 25 minutos, y en él, el pregonero fue haciendo un recorrido no sólo por la fe sino por momentos claves de la llegada de Jesús a la vida de los católicos y el papel fundamental que jugó María, su madre en el momento de la Anunciación.  Agradecido por poder dirigirse a los roteños en una fecha tan especial para la villa como la antesala de la celebración de las fiestas patronales, Enrique Soler Gil destacó el espíritu marinero y agrícola del municipio, su tradición religiosa y cantó a las excelencias de la fe en la vida de Rota convencido de que el Rosario reúne "fe, historia y devoción".

El pregonero animó a los roteños a disfrutar de sus fiestas patronales en familia y a acercarse a la virgen "como puerta del cielo". Con palabras de devoción mariana hacia la que es Madre Roteña, Enrique Soler Gil dio por concluido su pregón al que siguió la interpretación del himno de la patrona, el de Andalucía y el nacional para poner fin a una cita que abre la cuenta atrás para las fiestas del Rosario que en la villa marcan el inicio del mes de octubre.