LA MONJA Y EL FASCISTA

Afortunadamente, no todos los sacerdotes en la actualidad piensan como el de la iglesia de Los Jerónimos, que en la homilía del día 18 de julio incitaba casi a un levantamiento militar por el ascenso de lo que denomina la extrema izquierda. Ni que la izquierda ideológica fuera la responsable de la “crisis espiritual” de la sociedad española. Bueno, europea más bien. Porque el laicismo creciente en la sociedad europea no es exclusivo de España. Desde luego, si existe el infierno, el cura en cuestión se lo ha ganado a pulso, sobre todo por gilipollas, más que por su tatuaje mental fascista.

Si el contenido de la susodicha homilía llegara a oídos del Papa Francisco, cuando menos, le amonestaba. No es esa la forma de atraer a las ovejas descarriadas al redil. Hoy la gente no queman iglesias ni conventos, hoy, simplemente, “pasan de ellos”. Prefieren el matrimonio civil al religioso, prefieren marcar la x en otras opciones distintas a las de la Iglesia, son solidarias a cambio de nada (sin pensar en la salvación eterna de sus almas)... Si el cura fascista de Los Jerónimos cree que un levantamiento militar va a hacer que el soberano pueblo se vuelva católico, más vale que le asignen dentro del seno de la Iglesia a un buen psicólogo. Personajes como éste son los responsables de que la sociedad cada vez sea más laica.

¡Qué distinta la imagen de Iglesia que muestra sor María Caram! Esta monja que se atreve a criticar las decisiones del gobierno de la Nación, los recortes, y las políticas llevadas a cabo por el Ejecutivo que ha empobrecido a tantísimas familias, a las que ella misma atiende desde la Fundación en la que está. Y lo único que hace es mostrar una realidad, lejos de la demagogia de los números que muestra el Gobierno. La luz al final del túnel será una realidad cuando las cifras de pobreza vuelvan a los datos de siempre. Sor María Caram no se corta a la hora de llamar mentirosos a Montoro, ministro de Hacienda, y a Rajoy. La realidad con la que se encuentra todos los días, da consistencia a sus ataques a las políticas de la derecha española.

Dos rostros de la Iglesia. Hoy como hace dos mil años, como siempre ha ocurrido a lo largo de la Historia. La Iglesia poderosa y la humilde. La perseguida y la perseguidora. La evangélica y la política. La que está junto a los pobres y la que comparte mantel con el Poder. La que antepone el aguilucho a la cruz. La que incita a la violencia y la que trabaja por la paz. La que “clama” venganza y la que proclama el perdón.

Si Roma llega a tener conocimiento de las proclamas del cura de Los Jerónimos debería expulsarlo de su seno. Este individuo no puede hablar en nombre de Cristo.
Salud.