Se baja el telón  del Alrumbo 2014. La fiesta del verano, el acontecimiento lúdico más fuerte para  los roteños y  el evento cultural que hace que por un momento, Rota sea un lugar de referencia para la música y sus amantes, acaba con buen clima entre la gente y  ausencia de incidentes de importancia. Estas  han sido las notas predominantes durante los tres días del festival, sin olvidar que la marea humana que se ha concentrado en las inmediaciones de Punta Candor también han causado numerosos problemas de acampada y notable falta de infraestructura para acoger a la muchedumbre.  Las tiendas de campaña han ocupado la vía pública, jardines y  pinares, los coches han estado aparcados encima del acerado, las fuentes han sido duchas improvisadas y los rincones baños públicos, pero poco se ha podido hacer  "por falta de medios". Situación que ha generado todo tipo de críticas por parte de los vecinos que han soportado estoicamente 4 días de mucha fiesta y también suciedad.
 

Durante el día, la playa ha sido el punto de encuentro más concurrido con música y ambiente hasta desfallecer, una alternativa perfecta para los que querían disfrutar de un evento festivo sin tener que pagar una entrada. Roteños y turistas, visitantes del Alrumbo y curiosos, se han concentrado en el kilómetro de playa más ambientado de todo el fin de semana. Ayer principalmente, fue una de las jornadas más concurridas hasta donde se acercaron jóvenes de localidades cercanas atraídos por la marea humana que en bikini y bañador pasó largas horas bailando, bebiendo y disfrutando de un día distinto a los que se ofrecen por la zona.

En lo que respeta a la parte musical, en el escenario principal de actuaciones, la entrada, que ha sido muy generosa en todos los días y prácticamente durante casi todos los conciertos, no ha parado de animar, bailar y seguir hasta el final a bandas consagradas y a las noveles que aprovechando el tirón, también han tenido un buen seguimiento por parte del público.

El toque sureño empezó el sábado con una banda cordobesa, Los Aslándticos, rimas pegadizas y pop muy bien cuadrado. Tras él, le tocó el turno a Albertucho, o lo que es lo mismo, el "Capitan cobarde". El músico sevillano ha conseguido tener un sonido propio e inconfundible, llevando a cabo un directo en el que cambia de instrumentos, de tempos y jaleado por miles de jóvenes que coreaban sus letras, de corte sentimental la mayoría. Tuvo detalles simpáticos hablando de la gastronomía local , la gente del sur o la monarquía. El público en ese momento fue mayoritariamente juvenil, veinteañeros que aclamaban al sevillano.

Si Albertucho significaba público joven y pop rock, tras él tocaba el turno a la banda trash-metal más importante del Estado,  Soziedad Alkohólika. Veintiséis años en la carretera avalan la trayectoria de estos vascos que cambiaron hasta la disposición del sonido sobre el escenario. Mensajes claros y directos que daban un repaso muy radical a la situación actual, al sexismo o al militarismo, entre otros temas. El público esta vez de mayor edad, bailó desenfrenado la hora y veinte que estuvieron estos veteranos sobre las tablas. Hubo veces donde la voz no se apreciaba prácticamente nada, aunque dependía de la ubicación del público.

Tras ellos, se volvió a cambiar el formato de banda y el estilo, y se subió al escenario Kase-O, que vino a Rota a defender su proyecto "Jazz Magnetism", un disco que incluye quince temas, clásicos y versiones. La banda, liderada por este zaragozano, mezcla improvisaciones y bases propias del jazz.

Si el Alrumbo significa fiesta, Kase-O lo fue de una manera muy valiente, fusionando dos estilos con un éxito asombroso. El que fuera vocalista de "Violadores del Verso" hace ya algunos años, se despidió por todo lo alto.

La noche, una vez más, cambiaba de estilo. Del jazz rapeado se pasó a la fusión flamenca de un catalán y un flamenco de Jerez. Jairo Perera, más conocido como Muchachito y Diego Pozo, alias "el Ratón", fueron dándole velocidad a la rumba catalana de la que Jairo es uno de sus mayores referentes en la actualidad. El formato de trío lo cerraba Santos de Veracruz, un pintor que ejerce su labor mientras la música va sonando y que se animó a cantar algunos temas de Los Delinquentes, coreados por la mayoría del público. También hicieron su particular visión de Manzanita o Peret. Finalizaban el concierto de su "rumboxing" particular con la entrada de un batería que le dio un empujón al sonido bastante contundente, aunque nada comparado con los grupos que habían pisado el escenario esa misma tarde.

Si hablamos de peso y  trayectoria reconocida no podemos olvidar a The Skatalites, banda considerada creadora de la música ska, con veintinueve discos a sus espaldas, y creado en 1964.

El protagonismo absoluto lo llevaba ahora  la sección de vientos, con virtuosismo y un sonido propio e inconfundible. Tras muchos años como banda, sólo queda un sólo miembro de la formación originaria, que a sus 78 años, demostró estar en un gran estado de salud. Fue el auténtico "abuelo" del Alrumbo 2014 y unió al público más diverso para bailar a ritmo de ska durante hora y media.

En resumen, por el escenario del Alrumbo Festival 2014 han pasado pocas mujeres en tres días, pero para  ir cerrando la música en directo, le tocó el turno a las chicas de N.O.H.A., con un estilo novedoso y realmente atractivo, suma de drum and bass y world music.

A las 5 de la madrugada comenzaba el último concierto con Dub Elements, sonido trance de dudoso gusto musical. Tras ellos, al igual que el resto de noches, las sesiones de conciertos se han cerrado con música de DJ que daban por concluido tres días de mucha música. Un total de 24 artistas han pasado por el escenario del "Navarro Flores", miles de personas han disfrutado de día y de noche del ambiente, y la fusión de estilos ha sido un gran protagonista.

Alrumbo Festival 2014 ha bajado el telón con la tranquilidad de haber terminado sin incidentes entre los asistentes, según la Policía, pero habrá que hacer ejercicio de conciencia y reflexionar si la infraestructura montada, no sólo en la zona de conciertos sino alrededores fundamentalmente, ha estado a la altura de la  cantidad de entradas vendidas y del atractivo que citas musicales como estas han empezado a cosechar.  Es indudable que ha habido mucho ambiente y la música ha sido protagonista uniendo a miles de jóvenes, pero también lo es que ha habido cierto descontrol en el checking, en la zona de acampada y en los accesos, lo que ha llevado a quejas entre los asistentes por críticas a la organización. Habrá que esperar valoraciones de las partes implicadas, Ayuntamiento de Rota y Etnirocker Producciones.