Con un sencillo pero importante acto, tal y como definió la alcaldesa, Eva Corrales, ayer se homenajeó a tres profesoras de la localidad que han pasado gran parte de su vida laboral al servicio de la educación en Rota y ahora, tras este curso escolar, se toman su merecida jubilación.

Implicadas en transmitir no sólo conocimientos académicos sino también valores como respeto, justicia y amor, e incluso la necesidad de un castigo en su justa medida, Ana María Camacho, Magdalena Pérez y Emilia Gutiérrez Buada recibieron el agradecimiento del Ayuntamiento de Rota acompañadas de algunos familiares, representantes de AMPAS, centros educativos y miembros de la Corporación (PP, RRUU e IU).

Por las manos de estas tres mujeres han pasado centenares de roteños que hoy son hombres y mujeres que todavía les muestran cariño a las que fueron sus profesoras de la infancia, quizás ese sea el mayor regalo de tres maestras que ayer, durante el acto, manifestaron su vocación por encima de su profesión.

Aunque el homenaje se rindió de manera sencilla y muy íntima, la teniente de alcalde Auxiliadora Izquierdo aseguró que para el equipo de gobierno es importante tener este detalle con personas que se han volcado con al educación de los que serán el mañana de la sociedad roteña. La concejal popular recordó que aunque el Ayuntamiento no tiene competencia directa en temas educativos, para PP y Roteños Unidos sigue siendo un ámbito prioritario en el que actúan con inversiones que mejoran la calidad de vida de la educación, con actividades complementarias a las curriculares y mejoras generales en los centros escolares.

Este homenaje se hace cada año como una muestra de agradecimiento a esas personas que se han dedicado a la enseñanza y a las que ahora les toca jubilarse. Ana María, Emilia y Magdalena representan, según Auxiliadora Izquierdo, una forma entregada de enseñar de mujeres que encontraron en las aulas su vocación y no sólo una profesión.

Tras un vídeo sobre algunas de las mejoras que en temas de educación ha realizado el Ayuntamiento de Rota, se procedió a la entrega de tres cuadros enmarcados donde se reconoce la labor educativa de las tres homenajeadas que este curso se jubilan. Son algunos profesores más los que podrían haber estado en el acto, pero según la alcaldesa, "algunos no han podido estar y otros no han querido". En cualquier caso, el equipo de gobierno no ha dejado de tener este detalle que se repite cada mes de junio.

Para Magdalena Pérez Ureña, su vida laboral ha transcurrido entre Pozo Nuevo, Luis Ponce, Lobillo, Calasanz y Azorín, este último donde pasó 27 años siendo maestra. A lo largo de todos esos años han sido profesora de EGB, inglés o lengua en Primaria y  Secundaria. Ayer mostró su gratitud al gobierno municipal por este gesto que cree merecido por lo denostada que a veces está la figura del profesor y porque cree que es importante que se reconozca su labor y la de sus compañeros.

Breve pero agradecida, recogió su cuadro enmarcado al igual que hizo Emilia Gutiérrez Buada. Esta roteña inició su andadura profesional en el colegio de las Salesianas y ha pasado 28 años en Azorín, luego estuvo en el colegio Calasanz, y ha terminado sus 40 años de docencia en el IES Arroyo Hondo. Para ella y su familia, es toda una satisfacción haber podido dedicar su vida a enseñar a sus alumnos algo más que las materias educativas correspondientes. Cree en esa frase de que "la letra, más que con sangre, con amor entra", una máxima que ha llevado a lo largo de toda su vida dentro y fuera de las aulas. Hoy, cuando se jubila, recibe el cariño de sus alumnos, una de las mayores satisfacciones que asegura que le da esta profesión donde también se pasan momentos malos. Ayer, Emilia destacaba la labor del profesor sobre todo, el que además inculca paciencia, amor, tolerancia y respeto entre sus alumnos y reconoció que aunque desde el exterior sólo se vean las "buanas vacaciones" de los maestros, tras un curso escolar hay muchas horas de trabajo interno que no se ven. Por ello, agradeció el homenaje del Ayuntamiento.

De la misma manera, Ana María Camacho recibió su cuadro enmarcado donde se le reconoce su labor docente. Inició muy joven su andadura en el colegio de las Salesianas, donde estuvo su primer año de profesora, curiosamente, en el mismo edificio donde ayer recibía este homenaje. Tras ese primer año, su vida laboral siempre ha estado vinculada al colegio San José de Calasanz donde ha estado 38 años como maestra de 3º, 4º. y 5º curso de EGB. Para ella, ha sido todo un orgullo haber podido dedicarse a la enseñanza y haberlo hecho entre compañeros a los que ha considerado amigos y casi parte de su familia. Al igual que sus compañeras homenajeadas, destacó la importancia de una educación en valores acompañada de mucha ilusión. De hecho, si algo le apasiona de la educación es que le ha permitido a lo largo de todos estos años, que nunca un día fuera igual que otro. Ana María habló de sus alumnos, a los que ha enseñado y de los que se ha enriquecido "porque también a mí me han aportado mucho" y quiso tener un recuerdo para sus compañeros de colegio. Sin saber muy bien cómo resumir estos 40 años dedicada a la docencia, esta profesora concluyó con que había sido feliz enfrentado cada curso escolar con mucha ilusión. "Es un trabajo que engancha", aseguró a los presentes  recordando que aunque la mayoría de los recuerdos son buenos, también ha habido momentos complicados y malos que ha sabido superar.

Acto seguido tomaba la palabra la alcaldesa, Eva Corrales. En su intervención, la regidora agradeció a los miembros de la Corporación su presencia para dar apoyo a este acto, y destacó el papel del profesor en la sociedad. Como ya dijera al principio la teniente de alcalde Auxiliadora Izquierdo, la educación es un pilar fundamental para el gobierno que preside y de ahí que se hayan hecho a lo largo de estos años algunas intervenciones para mejorar la calidad educativa roteña. Eva Corrales agradeció a estas tres profesoras que hayan dedicado su vida a la labor docente y reconoció la importancia de su papel en una sociedad como la roteña.