Calle Charco, con Antonio Franco
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¿QUÉ HACEMOS?
De momento las expectativas laborales de la llegada de primer buque norteamericano de los cuatro
que se desplegarán en la Base Naval y que forman parte de la implantación del escudo antimisiles, parece que no han sido las esperadas.
El anuncio de la creación de nuevos puestos de trabajo dentro del recinto militar fue pronto corregido. Los roteños no podíamos hacernos ilusiones en este sentido. Eso sí, los cuatro destructores, con una dotación de más de mil militares norteamericanos con sus respectivas familias, iban a disparar el consumo y los alquileres. De momento, la llegada del primero de estos barcos no ha dado el resultado esperado.
Las poblaciones vecinas, Sanlúcar de Barrameda y El Puerto de Santa María, han sido los destinos preferidos por los nuevos vecinos. Algo habrá mejorado el consumo en Rota, es de suponer. No todos los efectivos militares habrán elegido vivir fuera de Rota. Pero, nosotros, de momento, nos hemos quedado con las migajas. No creo que sea exagerado denominarlo de este modo. De cualquier forma, los datos están ahí y son fácilmente comprobables.
Al embajador de los Estados Unidos habría que haberle concedido la medalla de oro comarcal por trasladar las bondades de esta parte de la provincia, en lugar de haberle otorgado la Urta de Oro por la difusión turística de nuestra localidad. Míster Marshall ha repartido sus dádivas por toda la orilla.
Que los cuatro destructores no conlleve carga de trabajo no significa que, incluso, la plantilla del personal laboral local siga descendiendo sin que las administraciones españolas (todas, desde la local hasta la central, pasando por la autonómica) hagan nada o exijan explicaciones al respecto.
¿Somos o no somos soberanos en nuestro propio terruño?
La plantilla del personal laboral local ha descendido en más de cien personas desde que se anunciara el establecimiento del escudo antimisil y la llegada de cuatro buques. No ha habido despidos, es cierto. Pero los puestos que quedan vacantes por jubilaciones o por pensionistas, no son cubiertos por igual número de españoles. Sería lamentable comprobar y/o demostrar que son puestos cubiertos por personal civil norteamericano.
Utilizando un símil de un amigo y compañero, “vendimos la primogenitura por un plato de lentejas; pero, al menos, que las lentejas no estén aguadas”.
No hay duda de que la Base Naval sigue tirando de la economía local. No tenemos otra alternativa. Ni siquiera nos planteamos otras alternativas. El Turismo sigue siendo estacional. La agricultura representa un porcentaje no demasiado alto dentro del PIB local. La pesca, aún menor. El sector industrial está descartado desde siempre por nuestra situación geográfica de “fondo de saco” dentro de la comarca noroeste, sin suelo destinado para tal fin y con una red de comunicaciones muy mejorables. Como “fábrica” de empleo tenemos a la Base Naval. Pero las perspectivas laborales de futuro no son muy halagüeñas.
Es lo que hay. Podemos adoptar una actitud conformista. Es lo que hay. O podemos empezar a exigir un plato de lentejas con todos sus avíos. Podemos quedarnos como los vecinos de Villar del Río, con la bienvenida preparada, y viendo pasar la comitiva de largo, o exigir que esta haga una parada y escuche a la población. Pues eso.
Salud.












RESPUESTAS, NO PREGUNTAS | Domingo, 22 de Junio de 2014 a las 11:58:47 horas
Tu artículo está muy bien en el fondo pero equivocado en la forma. Como representante político de un partido que gobierna en Andalucía debes dar respuestas, no formular preguntas. Eso queda para los ciudadanos, es lo que querenos necesitamos y pedimos, respuestas y soluciones.
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