PALABRAS DE UN REPUBLICANO A UN REY

No, no voy a introducirme en el debate de República o Monarquía, que seguramente crearía controversias, disputas, porfías y discusiones que no llevarían a ninguna parte. Los defensores de los Borbones recordarían los periodos republicanos de nuestra Historia, que acabaron en  fracasos. Los defensores de la República, entre los que, naturalmente, me incluyo, apelaríamos al sentido democrático de lo que una república representa. El debate no sería, pues, República o Monarquía, sino Democracia o Monarquía. Pero Democracia plena. Pero, se ha escrito tanto, se va a seguir haciéndolo, sobre esta dicotomía que no voy a repetir argumentos conocidos.
Dando por hecho que, de momento, España seguirá siendo un reino, voy a recordar al futuro monarca la forma de vida de muchos de sus súbditos.

Habrá que recordar que, mientras los chorizos de trajes de alta costura y corbatas de seda a juego, campean a sus anchas por esta España nuestra, muchas familias no tienen para darle de comer a sus hijos. Tengo que recordar a Su Majestad que la Defensora del Pueblo ha pedido a las comunidades autónomas que mantengan los comedores escolares abiertos durante las vacaciones veraniegas, ya que es la única forma de que los niños de estas familias tengan asegurada al menos una comida al día en condiciones aceptables y saludables.

Majestad, como Jefe del Estado, le pediría que saliese a la calle, pero no sólo para inaugurar este o aquel edificio en esta, esa o aquella ciudad. Le pediría que actuase como un  verdadero Jefe del Estado, y pida al Gobierno que tome las medidas oportunas para corregir todo el retroceso sufrido por la clase trabajadora de este país. Que retire la reforma laboral que sólo está creando pobreza entre la ciudadanía. Que ponga los medios necesarios en la Justicia para que todos lo políticos corruptos de este su reino sean juzgados dentro de un tiempo razonable. No hace falta recordarle que entre la caterva de estos golfos incluyo a su cuñado Iñaki, aunque no esté incluido entre los políticos. Dígale, o mejor, exíjale al Presidente del Gobierno que defienda los intereses de los españoles en Bruselas. Su Majestad ya sabe que cuando digo españoles me refiero a sus súbditos de a pie. No a sus súbditos dedicados a la especulación. Ya sabe, a los que “manejan los hilos del tinglado”. Si no se lo exige, pensaré que Su Majestad es súbditos de esta clase de mangantes en lugar ellos de usted.

Supongo que Su Majestad no tendrá entre sus gustos la caza mayor. Ya sabe que su padre tuvo un lamentable percance que puso en evidencia que lo de la falta de sueño ante la alta tasa de paro juvenil fueron sólo palabras para quedar bien. Su foto, junto a un pobre elefante, le restó respeto y confianza entre sus súbditos más jóvenes. Los más viejos tenemos otros argumentos para no ser entusiastas de su real persona. Esto último se lo digo desde el más profundo respeto.

A pesar de sus regios gustos, no negará que los deseos republicanos están llenos de bondad. Por eso, desde estas líneas, Salud.